Matamoros, Tamaulipas.- El encargado de la Casa del Migrante en Matamoros, Francisco Gallardo López, reconoció que muchos de los deportados se están quedando a vivir en las fronteras, debido a que ya no tienen familia en sus lugares de origen, pues se quedaron en Estados Unidos.

Consideró que esa situación no es negativa, ya que todo mexicano tiene derecho a vivir en cualquier lugar del país, por lo que es importante ayudarlos para que tengan un trabajo formal y que todo lo que aporten sea para el bien común.

Dijo que la comunidad puede ayudarlos dándoles trabajo, pero antes ofreciéndoles las necesidades inmediatas como comida y ropa, pero lo más importante es que ellos tengan un empleo remunerado para que puedan dar respuesta a sus necesidades básicas.

Destacó que el Gobierno tiene algunos programas de apoyo al migrante o deportado, sin embargo dijo desconocer si estos son eficaces y que realmente resulten una opción para ellos.

En este sentido, aclaró que solo reciben colaboraciones pero nunca un programa establecido de apoyo, por lo que de manera constate la comunidad de la Pastoral Social de la Diócesis de Matamoros no para de trabajar en el bien de los deportados.

Gallardo López indicó que dentro de la labor que ellos hacen en la Casa del Migrante, está la de canalizar a los migrantes hacia donde recurrir una vez que son deportados desde Estados Unidos.