Después de que el canciller mexicano, Luis Videgaray Caso, anunciara el jueves que daría una conferencia de prensa, las noticias ya no podían ser tan malas, el primer round, estaba definido, México 1-USA 0. El regreso era lo más sano que podían hacer los altos funcionarios mexicanos, y desde esa misma tarde noche, el presidente asestaba su segundo golpe bueno, al dar instrucciones a los 50 consulados mexicanos en Estados Unidos, a abrir sus puertas y convertirse en despachos jurídicos defensores de derechos de los migrantes.

Ya cuando esto sucedía, más de un centenar de ciudades en la unión americana, a través de sus líderes protestaban por las medidas antimexicanas pronunciadas por el Presidente Norteamericano. El líder de los republicanos en el senado, Kevin McCarthy; ya daba sus primeras reacciones frente a la iniciativa de construir un muro en la frontera mexicana, y con el poder de congreso se pretende atraer el caso de la construcción de dicho muro.

También el líder de los congresistas, Paul Ryan, advertía sobre los excesos del presidente, y esto trajo una tensión dentro del mismo gobierno de Estados Unidos, al grado tal que las cabezas de departamento de estado renunciaron el mismo día que su titular tomaba posición. Algo inédito, y todo por un presidente xenofóbico.

La respuesta de demócratas y republicanos, que, sin políticos de carrera, van en contra del presidente Trump, nadie en su sano juicio quiere seguirle el juego, también la comunidad internacional ha reaccionado de manera solidaria con nuestro país. Lo que no entendemos aun, es porque algunos aún siguen cuestionando el apoyo a México, y a las acciones tomadas por el presidente en defensa de los mexicanos. Son esos mismos, que ante la desgracia siempre quieren sacar ventaja política, y eso es reproblable.

Sin embargo, en estas primeras acciones, el presidente de México, ha logrado amalgamar en su entorno, a todas las fuerzas políticas de nuestro país, y a la inmensa mayoría de los mexicanos, que mostramos nuestro apoyo y repudiamos cualquier medida racista y de sumisión.

Ahora resulta que el pelafustán, grosero y racista, exige respeto, me pregunto ¿en qué momento, le faltamos el respeto al pueblo norteamericano? Las agresiones han venido del presidente de Estados Unidos, los mexicanos solo hemos actuado en nuestra defensa. Que peligro es que un loco, gobierno a la potencia mundial, y sobre todo con un sentido de racismo y xenofobia. Dejando atrás toda la política diplomática, verdadera vergüenza para los estadounidenses.

De aquello y lo demás…

Mire lo que son las cosas y mientras eso pasa en la Casa Blanca, con un loquito, aquí en Matamoros, se refuerzan lazos de amistad con los líderes del Valle de Texas, el día de ayer el alcalde Jesús De la Garza, fue el anfitrión y mostro el atractivo turístico e histórico de Matamoros.

Se fueron con una visión muy diferente de lo que pasa en Washington, con una muestra de amistad, y solidaridad, siempre teniendo en cuenta, una región única en comercio y familias, donde todos los días, miles y miles de familias cruzan, van y viene al Valle de Texas, porque esa dinámica de regionalización se da desde siglos pasados.

Siempre ameno, el anfitrión y líder la ciudad, mostro el rostro amable de los matamorenses, ese que es reconocido en todas partes del mundo, con noticias buenas, que existen y deben de ser de uso cotidiano. Ante adversidades, buena cara y mejores relaciones. Ejemplo de buena vecindad.

Correo: chanorangel@live.com.mx

Feliciano (Chano) Rangel Montoya

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Matamoros. Productor General y Creador del Programa de Radio “La noticia Tal y como es”, conducido por Fructuoso Sáenz.

Actualmente es director general de Alfa Producción Digital, gerente de Creatividad, Marketing y Ventas de Publicidad y Mas, fue coordinador de Comunicación del  Diputado Local por el Distrito XVIII
Ingeniero Alfonso Sánchez Garza.

Ha sido coordinador de medios electrónicos en campañas políticas y de la Universidad Tecnológica de Matamoros, entre otros cargos.