FGCV tiene dos retos: Relanzar sus fronteras y proteger su mercado
Hoy por la mañana, se dio la noticia que Donald Trump no apoyará definitivamente la Alianza Comercial Transpacífico (TPP), sin embargo no habló del caso del TLCAN ni del multimencionado Muro fronterizo, lo que abre la esperanza que reconsiderará un poco más este tema que golpearía tanto la economía de Estados Unidos, como la de México y Canadá, hoy por hoy sus dos principales aliados.
Vale recordar que los 800 más grandes consorcios norteamericanos, asociados en la AmeCham, se han pronunciado a favor de mantener y de modernizar dicho tratado, más que darlo por terminado.
De hecho el Gobierno mexicano ya tiene preparado su equipo legal y económico, para iniciar las negociaciones, a lo que el Presidente Enrique Peña Nieto denomina "requerimientos de modernización", buscando adaptar las cláusulas a favor de una equidad similar a los tres países miembros.
No está dicha la última palabra de Trump, que ha dado muestras de buscar más bien tratados bilaterales, y no multilaterales, además que busca medidas tipo proteccionistas que contradicen la actual política global de cero aranceles.
Ante estas opciones no definidas aún, Tamaulipas como estado fronterizo y puerta abierta del comercio exterior del TLCAN, tiene ahora dos grandes retos: por una parte seguir pugnando por modernizar y ampliar sus 17 puentes internacionales; y por otra parte, conducir sus políticas públicas hacia el fortalecimiento de su mercado interno, que ha perdido fuerza y dinamismo en la última década.
Significa que un país como México y sus regiones, deben trabajar en dos grandes vertientes sus políticas públicas, en modelos económicos de apertura comercial sin descuido de su motor interno, que se traduce en las empresas pymes y el campo productivo.
Desde 1994 México ante la firma del TLCAN, cambió radicalmente su modelo tradicional de impulso a las exportaciones con sustitución de importaciones. Esto es que al abrirse al comercio trilateral con EE.UU. y Canadá, dejó sin la protección acostumbrada a esos nichos empresariales tradicionales, que ante la nueva competencia externa, empezó a sufrir desgastes normales que en el caso del campo, pasamos a ser de proveedores y exportadores de básicos, a importadores de los mismos. Ahora no somos autosuficientes en la producción de maíz y frijol.
Por parte de las empresas pymes, que se consideraba que se volverían en empresas proveedoras de las grandes empresas exportadoras, en cadenas y cluster productivos, no se logró esa meta al no diseñar los programas oficiales suficientes para el llamado eslabonamientos productivos y cadenas de valor.
Tamaulipas es un caso ejemplar de desgaste de este modelo anti pymes y anti campo, al grado tal que casi desaparecen los grupos empresariales tradicionales de la época de los años 80 para atrás.
Este claro desgaste que hasta hoy ha subsistido ante la operación de más de 390 empresas maquiladoras fronterizas y 26 grupos petroquímicos en la zona conurbada, hoy se vuelven frágiles si se da el cambio de política comercial de parte de nuestro socio norteamericano.
Por lo aquí citado, es que se presenta al gobierno de Francisco García Cabeza de Vaca, este doble reto de mantener el funcionamiento de las empresas exportadoras IMMEX citadas, y por otra parte relanzar la consolidación del mercado interno vía el renacimiento de las empresas Pymes y del campo Tamaulipeco.
Este reto mayúsculo es el que nos tiene actualmente de cabeza, ya que Tamaulipas viene gestionando grandes proyectos transnacionales ante la reforma Energética, tanto en la parte petrolera como la de energías alternas sustentables.
Asimismo, se tienen grandes planes para despegues de nuevos consorcios tanto en el puerto petroquímico de Altamira y su alterno de Tampico, como para el nuevo puerto de Matamoros, que tiene un claro perfil de puerto abastecedor de plataformas petroleras en el nicho petrolífero de la Costa de Matamoros.
Sin descuidar los proyectos agroindustriales, y del sector tecnologías de la información (TIC's), acero, aeronáutica y farmacéutico.
Este panorama incierto, presenta lo que en economía se le conoce como retos a superar, con ese concepto de que toda crisis cuenta con sus propias oportunidades.
El gobierno de FGCV está ahora en su etapa de planeación y proyección, al cumplirse los primeros seis meses de requisito para presentar el conocido como Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022.
Quiere decir que en Tamaulipas no tenemos tiempo que perder, y no esperar que las soluciones nos vengan desde "afuera", ni desde el extranjero. Claro estoy, que en los próximos meses los potenciales inversionistas extranjeros para nuestra entidad, detendrán si no es que suspenderán sus proyectos de inversión hasta conocer con claridad las recetas que el nuevo ejecutivo del Norte nos venga a determinar, y de ahí definir sus planes de mediano y largo plazo.
Por todo esto, el plan de corto plazo y 100% manejable por el gobierno estatal, es precisamente fortalecer su economía local y con ello el llamado "mercado interno"...
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).
Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.
Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
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