Los sistemas de pensiones y jubilaciones han representado la mayor contingencia financiera en estados y entidades públicas del país, de tal forma que el gobierno del estado de Tamaulipas reestructuró su fondo en el año 2014, cambiando el nombre de su sistema de pensiones del viejo Upiset al nuevo Ipset.

Uno de los principales cambios que realizan para ello, es cambiar la edad de jubilación de 60 a 65 años, tener cumplidos 30 años de servicio, y ampliar las aportaciones al fondo tanto de patrones como beneficiarios.

Un instrumento de apoyo para que se lograrán reestructurar la mayoría de los 30 fondos estatales de pensiones, se dio a través del Fondo de Apoyo para la Reestructuración de Pensiones (FARP).

En esencia son tres los requisitos solicitados por el FARP, para recibir las bondades del programa: establecer un sistema de cuentas individuales; crear mecanismos que permitan a los trabajadores activos migrar al régimen establecido, y reducir el valor presente de las obligaciones totales de pensiones de los empleados activos y de nuevo ingreso.

En el caso de otros organismos públicos descentralizados y/o autónomos, como es la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), se sabe que está entre las cuatro universidades públicas del país que cuentan con un Fondo de Pensiones consolidado y que asegura su estabilidad para las próximas décadas en beneficio de su personal académico.

Sin embargo, el Sindicato Único de Trabajadores Académicos (Sutauat) en coordinación con la administración de la UAT, ordenaron a un despacho especializado de Actuarios para aplicar los estudios pertinentes y en común acuerdo, seguir garantizando la viabilidad para que este fondo sea perenne.

En este tenor, ayer martes a las 11 horas se celebró una reunión entre el Sutauat y la mayoría de profesores de tiempo completo del campus Victoria de la UAT, para recibir las explicaciones sobre la necesidad de incrementar las aportaciones tanto del patrón como de los profesores, proponiéndose en principio pasar de la actual aportación del 5 por ciento de los profesores y del 7 por ciento de la universidad (total del 12%), a una nueva aportación del 19 por ciento en las mismas proporciones de ambos grupos.

Este proyecto, que por ahora está siendo expuesto en las cuatro zonas universitarias: norte, centro, sur y Mante, tiene como objetivo permitir una mayor solidez, en beneficio tanto de los profesores que están en el reglamento actual, como de las nuevas generaciones de profesores. 

Incluso se propone y se está analizando el funcionamiento, de un sistema de ahorro para los maestros de horario libre, en el que se busca brindarles una protección de su patrimonio a futuro, que por ahora no existe.

A la fecha se tienen cerca de mil cien profesores registrados en este fondo de académicos y más de 331 profesores ya están pensionados, pero se aclaró que cerca de 600 profesores se encuentran en fechas cercanas tanto de la edad del retiro, como los años necesarios laborados, por lo que estas proporciones son las que provocan la necesidad de actualizar las aportaciones para dar mayor vida útil del propio fondo.

Es importante reconocer también, que lo mismo se estudia para el caso del otro sindicato de trabajadores de la UAT, ya que igualmente el secretario general del Sutuat declaró recientemente que existen 2 mil empleados sindicalizados, que actualmente aportan el 5 por ciento de su salario, mientras que la UAT aporta el 10 por ciento restante. Es este caso el estudio propone incrementos graduales al pasar hasta el 10.5 por ciento de los trabajadores y la universidad llegar aportar hasta el 15.5 por ciento.

De acuerdo a la exposición de la empresa de Actuarios, en diciembre de 2015 el Fondo ascendía a 1,380 millones de pesos. La evolución reciente del Fondo de Pensiones de la UAT, registraba los siguientes saldos:  

(...) 1,203.5 millones de pesos en 2009; 1,316.5 modo en 2011 y 1,403.5 mdd en 2013 (Fitch Ratings, 2014).

De acuerdo a un reporte reciente (2014), sobre la posición del fondo de pensiones, elaborado por la calificadora de riesgos "Fitch Ratings":

(...) Las Contingencias Asociadas al Pasivo Pensional de la UAT, se encuentra en una posición relativa favorable respecto a otras universidades en México. Esto se debe a que cuenta con un fondo para asegurar el pago de pensiones de sus empleados. Este cubre cuatro grandes grupos... 

Continúa el reporte de Fitch diciendo que (...) La administración tiene como prioridad continuar con el fortalecimiento del esquema de pensiones. Por ello, la universidad realiza gestiones con otros grupos sindicales, con el objetivo de replicar el esquema implementado en el grupo de personal docente...

Aunque la UAT realiza estos esfuerzos para ampliar el periodo de suficiencia total (2019), el pasivo por pensiones y jubilaciones de los grupos no fondeados podría constituir una contingencia en el mediano o largo plazo (...)

Más recientemente, la misma calificadora Fitch México, el 4 de agosto de 2016, ratificó la calificación positiva de la UAT de la forma siguiente:

(...) Fitch Ratifica Calificación de A (mex) a la Universidad Autónoma de Tamaulipas, la Perspectiva es Positiva.

Entre los factores que sustentan la calificación de UAT destacan tanto las métricas y prácticas fuertes referentes al manejo de la liquidez como su endeudamiento de largo plazo nulo. 

Además mostró una mejoría en los indicadores de calidad que se refleja en una reputación sobresaliente a nivel regional en áreas como la académica, la de investigación y la de desarrollo con la industria (...).

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.