Simplemente impresionante resultó la Ceremonia del Grito de Independencia celebrada en Nuevo Laredo la noche del jueves, y el cual congregó a más de 40 mil personas que abarrotaron la explanada Independencia, así como la plaza Hidalgo y calles aledañas, para acompañar al Presidente Municipal, Carlos Canturosas Villarreal, en su arenga de “¡Viva México!” desde el balcón del Palacio Federal. Los juegos pirotécnicos fueron en esta ocasión todo un espectáculo, sin faltar el show artístico engalanado por el grupo Gigante de América, mejor conocido como Bronco, así como por Liberación. La gente se divirtió en grande, y sobre todo reinó una gran tranquilidad, lo que demuestra que Nuevo Laredo, como dice el propio Canturosas, sigue recuperando su libertad y su grandeza.

EMOTIVO EL DESFILE

Y el viernes muy temprano (y algunos con cruda y todo) se llevó a cabo el Desfile de la Independencia de México, en el cual participaron 4 mil 433 personas a través de 55 contingentes, la mayoría de ellos escolares, aunque también tomaron parte algunas organizaciones, el DIF Nuevo Laredo, Protección Civil, Policía Federal y el Ejército Mexicano. El recorrido fue por la avenida Guerrero, desde la plaza Hidalgo hasta el monumento a Los Fundadores y el acto fue encabezado por el Presidente Municipal, Carlos Canturosas Villarreal, quien estuvo acompañado del Comandante de la Guarnición de la Plaza, General Heriberto Contreras Díaz, así como del profesor Aurelio Uvalle Gallardo, en representación del Gobernador Egidio Torre Cantú. El desfile duró poquito más de una hora, fue rapidito, y sin problema alguno. Eso sí, muy emotivo.

LA MUERTE DE PETRA

Murió Petra. Petra era una católica devota. Se casó y tuvo 17 hijos. Poco después de que naciera su último hijo, su marido murió. Algunas semanas después, se volvió a casar, y en los años siguientes tuvo otros 22 hijos con su segundo esposo. Después de nacer el último hijo, su segundo marido también murió. Antes de transcurrido un mes, Petra se casó de nuevo, pero lamentablemente se enfermó y murió.

El día de su funeral el cura miró piadosamente a Petra en su ataúd, miró hacia el Cielo y dijo: “Finalmente se juntaron”.

Un hombre que estaba cerca del Cura preguntó: “Perdón, Padre, Usted se refiere a Petra y su primer marido, o a Petra y su segundo Marido?”

A lo que el cura respondió: “ME REFIERO A SUS PIERNAS HIJO, A SUS PIERNAS”.

LA FRUSTRANTE IDA A MC DONALD´S

Fui a McDonald’s. Ya tenía tiempo que no iba. La última vez que asistí salí muy molesto por el mal servicio recibido y la pésima calidad de la comida, que no fue lo que yo esperaba. Sin embargo reconozco que me gusta mucho el café y los hot-cakes del lugar, por lo que me levanté temprano y como no tenía mucho que hacer en el horario matutino, enfilé mi rumbo al sitio de Venezuela y López de Lara, en mi querido Nuevo Laredo. Y no encontré muchos cambios, con excepción del personal, cuya mayor parte es de recién ingreso. De hecho cada vez que voy hay personal nuevo, pues los empleados no duran mucho. Dicen que les pagan poco y los explotan demasiado. Yo digo que la realidad es que hoy en día los jóvenes no quieren trabajar, o al menos no tener un amplio desempeño. Quieren ganar mucho y esforzarse poco, y pues así no se puede. El caso es que hoy me atendió una muchacha de gesto adusto, nada que ver con la imagen sonriente del personal americano, aunque allá, cierto es, les pagan 10 dólares la hora, y con un salario así hasta se carcajea uno al trabajar, se desempeña feliz. Pido un desayuno Deluxe que sigue valiendo 72 pesos, y me alegro que no le hayan subido de precio. Digo, con eso de que todo está subiendo, por el alza al dólar, y los productos de McDonald’s provienen de Estados Unidos, no me extrañaría el alza. Pero no es así, sigue costando lo mismo. Como siempre voy y me siento a la espera de mi orden, la cual ahora no me la llevan a la mesa, sino que cuando está listo la empleada se pone a gritar: “Desayuno de Luz, Desayuno de Luz”. Yo, que no me llamo Luz, no acudo a recogerlo, prefiero reírme de mi tonto chiste. La mujer se me queda viendo, a sabiendas que el desayuno es mío. Quisiera decirle que yo no me llamo Luz, pero la risa me gana, a la vez que se apaga al ver su cara por demás seria, como diciendo “qué diablos estoy haciendo aquí, aguantando a gente idiota que se ríe sin razón”. O tal vez le molesta verme contento, mientras ella se hunde en su amargura por tener que trabajar en un lugar que no desea, que no le gusta, donde le pagan poco, pero para su desgracia no tiene muchas opciones. O al menos eso es lo que piensa ella, que dada su juventud no entiende que tarde o temprano aprenderá que tiene que dedicarse a lo que le guste, y así nunca va a tener que trabajar, simplemente se divertirá, hará las cosas mejor, y por ende vendrán mayores recursos, tiempos mejores en todos los sentidos. Pero tal vez tarde más tiempo de lo que piense en que le llegue esa filosofía, incluso tal vez nunca le llegue, porque así pasa con muchas personas, sobre todo aquellas que se cierran al triunfo, a lo que muchos dicen “salir adelante”. Por mientras y por lo tanto tiene que seguir lidiando con gente que se ríe por chistes absurdos que inventó, por gente que está molesta en la fila esperando a que le atiendan y que la consideran una persona lenta en atenderles, sin darse cuenta que nada más ella atiende la caja, a la vez que tiene que recoger los alimentos preparados, y apurar a quien los elabora, que también es otra joven igual que ella, tal vez con las mismas amarguras y sinsabores. Ambas están comandadas por una jovencita mayor, que es la gerente. Tal vez la única a la que le va mejor, pero si mal no recuerdo esa joven ya tiene varios años en el restaurante, se ha ganado el lugar, la confianza de los jefes, pero a la vez se ha estancado en ese sitio, y no se ha dado cuenta de ello. Total que me enfilo a una mesa, abro mi desayuno Deluxe o “de Luz”, como sea, y me llevo la gran sorpresa de que los hot-cakes ya casi están al tamaño de los bisquetes. El huevo es más escaso, como que le echan menos polvo (porque el huevo de McDonald´s es de polvo), y en lugar de dos tiras de tocino recibo una. Entiendo que es por eso que no le han subido al precio ¡han racionado el producto! No queriendo hacer corajes, como la última vez que estuve ahí, me dispongo a engullir los alimentos y percibo que tampoco tienen el sazón de antes. Y como va a ser asi, si los preparan al “ahíseva”, como dice mi madre, quien siempre ha dicho que hasta para guisar un huevo hay que tener gracia, y sobre todo sazón. Que la comida hecha al fregadazo, nunca sabrá bien. Y mi madre siempre ha tenido razón en las cuestiones gastronómicas. A fin de cuentas mi más reciente visita a McDonald´s fue la misma que la anterior. Me lleve un mal sabor de boca. Y ya no tanto por la comida, ya me acostumbre a lo mal hecha que está, sino a la actitud de quienes ahí laboran y que no le echan ganas a su trabajo, a su desempeño. Y mientras sigan así, todo seguirá estando mal. La comida y sus pobres vidas carentes de empuje para lograr mejores metas.

Comentarios, chismes y mentadas de mami en almaniger@gmail.com

Juan Rodríguez Contreras
(Alma Niger)
Ha sido dirigente de la Asociación de Periodistas de Nuevo Laredo.
Es columnista del periódico El Líder de Nuevo Laredo y colabora para el portal de noticias HOYTamaulipas, así como para el periódico El Gráfico de Ciudad Victoria.
Es comentarista político de Stereo 91 de Nuevo Laredo y también editor de la revista La Neta (www.revistalaneta.com.mx) Es periodista desde hace 31 años y ha trabajado en los periódicos Laredo, Ahora, El Diario y Última Hora de Nuevo Laredo, así como ha sido comentarista en varios noticieros radiofónicos de esta misma ciudad fronteriza.