En la zona sur del estado el tema de la inseguridad se está tornando más peligroso.

Una estudiante de enfermería se enfrentó a un asaltante para evitar que le robara su teléfono celular y un grupo de clientes sometieron a un ladrón en una tienda de conveniencia, lo amarraron y lo entregaron a las autoridades.

No solo eso, la tarde el miércoles, en la sucursal del Grupo Senda en el norte de Tampico, testigos de un asalto enfrentaron al ladrón armado con una pistola escuadra y lo pusieron a disposición de los ministeriales.

Apenas este domingo en playa Miramar de Madero, durante el evento "Vochomania 2016", turistas persiguieron, dieron alcance y golpearon a un sujeto que minutos antes había robado un iPhone.

De no ser por la intervención de la policía turística el resultado habría sido mayor a los golpes propinados al sujeto.

En Altamira, en el fraccionamiento "Unidos Avanzamos" los vecinos están armados con palos y machetes y a partir de las 21:00 horas hasta la madrugada mantienen vigilancia permanente cuidándose de los robos a su patrimonio.

El peligro de un caso de linchamiento está latente, impera el hartazgo y la impotencia en un escenario en el que se rebasó la escasa autoridad y en donde los ciudadanos están decididos a hacerse justicia.

No tienen de otra.

En los últimos dos meses, en la zona conurbada Tampico, Madero y Altamira son al menos seis asaltos a instituciones bancarias y muchos más a establecimientos comerciales a plena luz del día.

La autoridad no puede. Fue en esa zona donde surgieron las estúpidas declaraciones del general JOSÉ MARINEZ JUÁREZ coordinador de Fuerza Tamaulipas exhortando a los tamaulipecos a no ser miedosos y defenderse.

El video se viralizó en redes sociales haciendo explotar a la opinión pública. No duró mucho, después de eso fue cesado del cargo.

Hace unas horas arribaron a aquella región cuarenta elementos de Seguridad Pública egresados de la Universidad de Seguridad y Justicia de Tamaulipas para hacer frente al delito común en las calles.

Son policías capacitados y que han superado las pruebas de control y confianza. La disponibilidad de elementos es muy limitada, pocos quieren ser policías. El salario nunca es suficiente cuando se pone en riesgo la vida.

El linchamiento público tiene expediente en México en esta era de incesante violencia. El ejemplo alienta con los cada vez más sonados casos en el Distrito Federal, Estado de México, Puebla, Morelos, Oaxaca, Guerrero y Chiapas.

La posibilidad en Tamaulipas entró por el sur. Los ciudadanos hacen frente a la delincuencia con lo que pueden.

El riesgo de que se convierta en práctica común es creciente ante la lentitud de instancias legislativas en el proceso de conformación de las policías municipales. No se ponen de acuerdo.

En tanto priva el burocratismo, aumenta el delito en las calles y el hartazgo de los ciudadanos que están asumiendo como propia la obligación de defenderse.

maribelvillarreal@hotmail.es

Maribel Villarreal

Periodista en Matamoros, Tamaulipas
Es jefa de información en WRadio