Parte de las propuestas que se publicaron en mi libro sobre Migración y remesas para proyectos productivos, publicado en Editorial Plaza y Valdés el pasado 15 de diciembre, se basaron en una lista de potencialidades que hoy se registran en la región del Altiplano de Tula, aquí citaré las más importantes.

(...) Hortalizas exportables en invernaderos (ejido Las Cruces

y M. Cedillo)

En estos tiempos donde el ejido se puede rentar o vender, donde ser agricultor y ganadero es un reto a vencer, vivir del campo convierte a los campesinos en verdaderos héroes. 

Más si nos referimos a productores agropecuarios de regiones como el Altiplano de Tula, donde por décadas los campesinos han emigrado hacia las ciudades del interior del estado o hacia los Estados Unidos. 

Tula se ha convertido en los últimos años, como una región potencial para implementar cultivos agrícolas hortofrutícolas y desarrollos ganaderos, que con el posible ingrediente de inversión productiva externa que abarcaría el fomento de apoyos por los migrantes tultecos, que cada día participan más en estas actividades productivas, por medio de sus “clubes de migrantes”.

A través de los programas comunitarios y de desarrollo en redes sociales de capital humano, como es el conocido como “Programa 3x1 de migrantes” de laSEDESOL, así como el programa “Paisano invierte en Tu Tierra” del FIRCO, se abren oportunidades para estudiar y desarrollar en Tula, Tamaulipas, con aportaciones de remesas individuales y colectivas.

Para citar ejemplos recientes de casos de éxito, se pueden referir dos bastante de los últimos diez años; a decir, los desarrollos de más de 200 ha de Invernaderos Hortofrutícolas en la región de los ejidos Las Cruces y Magdaleno Cedillo, así como 2,200 ha de olivares del ejido Tanque Blanco. 

Sin embargo, también se conocen en Tula, casos  ejemplares en producciones de nopal verdulero y tunero en ejidos como Mamaleón (Desespinadora y Seleccionadora de Tuna Mama León S. de R.L. de MI; Representante: Santos Gallardo Colunga; ejido Mamaleón, Tula), desarrollo ganadero de aves (carne y huevo), de leche (ganado bovino y caprino), de carne (borrega y cabra). 

Así como una larga lista de productos alternativos de valor añadido, como lo son: orégano, chile piquín, laurel de la india, dátil, lechuguilla, sábila (aloe vera), jojoba, etc. (desarrollos de artesanías, shampús y alimentos).

Es importante agregar que en la versión moderna para incluir factibilidad a las alternativas del campo de Tula y el Altiplano, se debe incluir el llamado “eslabonamiento productivo” o “cadenas productivas” dentro del sistema-producto de la SAGARPA. 

Para estas acciones se re eren a proyectos que tienen por objeto, el perfeccionar la forma en la que los diferentes eslabones de un sistema se relacionan para llevar a cabo sus funciones productivas. 

Conceptualmente, el eslabonamiento productivo se basa en la idea de que la función de rentabilidad de cada eslabón, es decir, la capacidad real de obtener ganancias, depende directamente del comportamiento de las ganancias de los otros eslabones de la cadena.

Un caso exitoso lo encabeza el ahora alcalde de Tula, Tamaulipas, Juan Andrés Díaz Cruz (2013-2016), que puede decir con orgullo que sus años como profesor rural y después como impulsor del campo del Altiplano, ahora fructi can. Desde el año 2003, el profesor Díaz Cruz se dirigió hacia el campo de las hortalizas mediante la agricultura controlada de los invernaderos.

De esa forma los inversionistas visualizan a los ejidos de Tula con sistemas de unidades de riego, como el mejor rincón del Altiplano tamaulipeco para sembrar su futuro. De acuerdo a la columna de Itzchel Moreno Maldonado y Raúl Espinosa S., publicada en Conexión Total, el mes de marzo 2013, a rmaban que:

“Las nopaleras no han quedado en el olvido, pues muchos ejidatarios conservan espacios para el autoconsumo, incluso se atreven a más y existen empresas solidarias como la que dirige el profesor Juan Andrés Díaz Cruz, quien dejó el magisterio para volver a ver el cultivo”. 

Con su sueño logró mantener en sus hogares a 20 hombres que cada temporada abandonaban a sus familias para ir a Estados Unidos, 60 habitantes de la región encontraron en el invernadero de “Las Cruces” una oportunidad ja para laborar y en temporada de cosecha llegan al menos 300 personas más para colectar las 70 toneladas de tomate saladet, las 40 toneladas de chile habanero, 50 toneladas de pimiento morrón, 60 toneladas de chile serrano y 25 toneladas de tomatillo”.

En el municipio de Tula, actualmente se le está dando un gran impulso a los invernaderos y al cultivo del olivo, estas actividades pueden detonar la actividad agropecuaria y económica en el municipio. 

También se cuenta con 20 unidades de riego, mismas que están reorganizándose para poderlas rehabilitar. En el caso del ejido Las Cruces, se formó entre otras, una empresa rural denominada “Integradora Real de San Andrés”, asimismo, se alienta el trabajo y la operación agroindustrial desde el seno familiar, por medio de la creación de la Asociación Civil “Mujeres Unidas por Tula”.

“Los cultivos en invernadero producen chile habanero y tomate saladet, a campo abierto se experimenta con cebolla. En 60 días el chile habanero está listo para el primer corte, que con frecuencia arroja hasta 74 mil kilos en sólo 3.3 hectáreas. Sus clientes son los mercados de abastos en el Distrito Federal, Guadalajara, San Luis Potosí, Monterrey y Estados Unidos” (Díaz Cruz, Juan Andrés, 2011).

En conclusión, ahora con todo este potencial, y la suma de esfuerzos de inversiones institucionales de programas como el “3x1” (SEDESOL) y “Paisano invierte en Tu Tierra” (FIRCO), se puede observar en poco tiempo, como la región de los ejidos de Tula podrán convertirse en una región pujante que logre aprovechar inversiones de remesas colectivas, a través de clubes de migrantes, con aportaciones 3x1 de los gobiernos federal, estatal y municipal (Lera, Hoy Tamaulipas, 2013) (...) CONTINUARÁ.

Fuente:http://libros.uat.edu.mx/omp/index.php/editorialuat/catalog/view/174/118/366-1

Jorge Alfredo Lera Mejía

Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).

Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.

Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.