Mexit como un plan B de México
Ayer en la aceptación de su registro oficial como candidato del partido Republicano a la carrera presidencial de los Estados Unidos, Donald Trump reafirmó que terminará con él TLCAN y que construirá el Muro de nuestra frontera, incluso que será pagado por lo mexicanos.
Ante esta real amenaza de un candidato fuerte, que lucha a la par en las encuestas de popularidad con la otra candidata del partido opositor Demócrata, Hilary Clinton, a México no le queda más que preparar un plan B, ante la real posibilidad de ser afectado por el posible nuevo gobierno estadounidense en nuestra relación comercial. Ese plan deberá anticipar los daños a la economía mexicana por amenazas externas y reprobé amar nuestro desarrollo en base a fortalecer el mercado interno.
Incluso ayer mismo, la secretaria de Relaciones Exteriores de nuestro país, Claudia Ruiz Masieu, reconoció que los miembros de la Unión Europea buscan imponer sus condiciones en nuestro comercio con la comunidad europea, con lo que los vientos del "Brexit" británico siguen avanzando en un mundo convulsionado donde lis países ricos amenazan a los emergentes en ser tratados con políticas contraccionistas y de corte proteccionistas comerciales.
De acuerdo a Marco Appel, de la Revista Proceso: (...) Los funcionarios de la Unión Europea (UE) que negocian la “modernización” del Acuerdo de Asociación Económica, Concertación Política y Cooperación con México, vigente desde 2000, van por todo. Van por la liberalización completa de las tarifas arancelarias y la circulación de capitales, la eliminación de los obstáculos no tarifarios y técnicos al comercio y el acceso sin excepciones de sus capitales al comercio de cualquier servicio, incluyendo los de carácter público.
También quieren la protección máxima de sus inversiones y de la propiedad intelectual –con derechos en este rubro que vayan más allá de los establecidos en el acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio, de la Organización Mundial del Comercio (OMC)–, que permitan además proteger mejor sus productos con indicaciones geográficas, como el vino y otras bebidas y alimentos.
Pretenden, asimismo, tener acceso total al mercado mexicano de compras estatales a todos los niveles de gobierno y la prohibición de aplicar un tratamiento favorable a operadores nacionales, entre otros aspectos (Proceso, 20/julio/2016).
Los países Europeos y Norteamérica (EUA y Canadá), buscan con estas medidas protegerse y asegurar su menguado crecimiento económico del PIB, que no ha superado el 2% anual en los últimos años. Sin embargo México al igual no ha logrado superar la meta de su desarrollo con tasas superiores al 3% anual del PIB, para cubrir la generación de al menos 1 millón de empleos formales y la mejora del poder adquisitivo de sus trabajadores.
Las cifras de crecimiento recientes en México, nos muestran que la fortaleza de nuestra economía está más en el mercado interno que en el de exportaciones, basado principalmente en el sector comercio y de servicios, el campo manteniendo su participación y ligera mejoría.
De acuerdo al economista Macario Shettino, del Tec de Monterrey (...)
Aunque hay más de un centenar de actividades económicas que se miden por separado, apenas poco más de una decena representan dos terceras partes del valor agregado que se produce en México. La forma en que estas 13 actividades se mueven determina en buena medida lo que pasa con el crecimiento del país.
La actividad más grande, en términos de valor agregado, es el comercio. Ésta aportaba casi 11 por ciento del PIB hace veinte años (1993-1995), y ahora (2013-2015) llega a 15.5 por ciento. Los servicios inmobiliarios son la segunda actividad con más valor agregado, y se encuentran más o menos al mismo nivel que hace veinte años: 11.5 por ciento del PIB (El Financiero, 20/julio/2016).
Tenemos pérdidas de siete puntos en tres actividades: extracción de petróleo, gobierno y educación. Dos puntos más se nos perdieron en edificación, apoyo a negocios, agricultura e industria alimentaria. Ganamos casi nueve puntos en tres actividades: comercio, telecomunicaciones y equipo de transporte, y dos puntos más en servicios financieros, inmobiliarios y transporte de carga. Los dos puntos de diferencia con las pérdidas implican que el resto del más de un centenar de actividades, en conjunto, se ha reducido.
El reto de nuestra economía es muy grande, ese Plan B partiría que, sin dejar de jugar en los mercados internacionales, debemos fortalecer nuestro mercado interno, y solo se hace mejorando los ingresos de las clases medias y bajas. O sea reduciendo la alta desigualdad. Por otra parte se debe estudiar bien el proyecto del gobierno actual de imitar el modelo maquilador de China. Sin dejar de proteger nuestros mercados no dejando que los países de la UE y del TLCAN nos impongan condiciones.
Recuperar la meta de soberanía alimentaria para no depender como hasta ahora, de las importaciones de alimentos básicos, y no dejar de lado la fortaleza de las pymes mexicanas tanto en el sector industrial, comercial y de servicios, ese es el mayor reto de nuestra economía en tiempos de amenazas Brexit y USexit de Mr. Donald Trump... Antes diseñar nuestro propio modelo del "Mexit" a la mexicana...
Jorge Alfredo Lera Mejía
Tampiqueño, Economista (ITAM), LAE, Maestro en Economía y Doctor en Administración Pública (UAT).
Asociado del INAP, Subsecretario del Exterior de la Federación del Colegio Nacional de Economistas y Vicepresidente zona noreste de la LER. Inicia su carrera en 1977 y ha desempeñado diversos cargos en la Administración Pública Federal, en Michoacán y en Tamaulipas.
Catedrático en la UNAM, ITAM, ULSA y actualmente profesor-investigador por la UAT e Instructor de la Auditoría Superior de la Federación.
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