Muchos jóvenes de las colonias, del sector rural y de la zona urbana gozan de gran capacidad académica y política, mismos que están relegados, abandonados y desairados, lo que entre ellos ha generado desaliento, decepción y hasta molestia por ser ignorados por parte de los partidos políticos.
Ellos también son un sector importante de la sociedad que aportaría relevantes propuestas y esfuerzo para lograr mayores resultados en el tema laboral, de seguridad, procuración e impartición de justicia, así como cultural, deportivo, educativo, legislativo y otros rubros, pero casi no son tomados en cuenta y es una necesidad se les incluya, no sólo a la política, sino a las diversas actividades.
Son factor fundamental para la elaboración e implementación de diferentes proyectos, pues involucrar a gente joven en actividades de los partidos y del servicio de otras instituciones públicas, promueve la aportación de ideas y propuestas nuevas, las cuales de mucho servirían para enfrentar los retos propiciados por la creación de nuevas leyes.
Brindar a los jóvenes mayores espacios de participación en los partidos y actividades laborales en las instituciones públicas, motivaría a este sector a cumplir con su deber de votar en las elecciones constitucionales, pues al no ser tomados en cuenta se desalientan y no les interesa la política.
Aclaro, la oportunidad debe concederse a los jóvenes que conocen los problemas de la gente y desinteresadamente los resuelven, no a aquellos arribistas recomendados que para resaltar y sobresalir han explotado la humildad, sencillez y esfuerzo de integrantes de ese sector de la sociedad.
Son esporádicos los casos que comprueban que jóvenes hijos de auténticos campesinos y colonos fueron considerados para representar a un partido como candidato a un puesto de elección popular y son muchos que demuestran que muchachos llegan a la candidatura por influencias, lo cual en los tiempos actuales se ve bastante mal y no ayuda en nada a la democracia.
Los diversos partidos políticos juegan en este proceso electoral con candidatos hijos, primos, sobrinos, tíos, hermanos, padres y hasta abuelitos de ex funcionarios y funcionarios de partidos políticos y de otras instituciones públicas.
La anterior es una acción injusta que duele y perjudica mucho a quienes durante mucho tiempo han trabajado, invertido tiempo y dinero para superarse a través de la política.
El sueño de muchos jóvenes se trunca en cada proceso electoral, porque no han sabido valorar su trabajo y permiten que su derecho sea arrebatado por quienes no saben ni tan siquiera la definición de política y que no conocen las condiciones de vida de los habitantes de las colonias y ejidos.
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