Cuando el candidato del PRI era aun un estudiante, muchos de los actores de la clase política tamaulipeca, ya tenían más de una década en el servicio público. Su inclusión en la política tiene más de 30 años, eso sí, siempre priista de hueso colorado.
Cuando la sucesión de Tomás Yarrington, participo y levanto la mano, su desventaja fue ser de Matamoros, y no se pudo, los que saben, decían que el estado no aguantaba otro al hilo de esa ciudad. Al final recayó la decisión en Eugenio Hernández.
Balta se fue al congreso y siguió su camino, para hacerse alcalde de Matamoros, de donde su posición política se multiplico. Y eso si ya su figura crecía. Cuando de nueva cuenta la postulación estaba en puerta, se levanta la mano y no alcanza a llegar, su condición de diputado federal, estaba a la par del ungido, Rodolfo Torre Cantú, Balta se regresa al congreso a la comisión de presupuesto, donde el presidente de dicha de la comisión, era nada más y nada menos, que Luis Videgaray Caso.
La parte intermedia del gobierno del estado, fue la campaña presidencial y Balta fue designado coordinador de una circunscripción, de las 5 regiones del país, y su trabajo fue de mucha calidad, algo que le valió escalar a las alturas, y se convirtió en director general de ASERCA.
La contienda por las diputaciones estaba a tiro de piedra, Balta se fue en la número 3 de la circunscripción, amarrado estaba, y por Matamoros el impulso fue para Jesús de la Garza, ahora candidato a la alcaldía de la tres veces heroica.
Su paso por el PRI Nacional, como secretario de Organización, le dio el impulso y el panorama que BHO necesitaba y demostró con creces, que capacidad había suficiente.
Después de 5 meses, el cambio de poder en Tamaulipas, estaba en puerta, pero esta ocasión, el momento era de El, para los que así quisieron verlo y para los que dudaron se gancharon por otro lado y otros aspirantes, lo cierto es que desde el mes de noviembre, el nombre de Baltazar Hinojosa Ochoa, estaba más que planchado para ser el candidato a gobernador de Tamaulipas, algunos se resistieron hasta el final. Pero los mas sesudos sabían que el momento era de Balta.
De aquello y lo demás…
Mucho se dice y mucho se comenta, de obra pública en Reynosa, y no es para mas, es la ciudad que mas obra construye en Tamaulipas, el movimiento en desarrollo urbano, se nota en la ciudad, si bien es cierto que hace falta mucho por hacer, es de justos reconocer, que pocas veces se había visto en la ciudad, inversiones de esta magnitud.
El bacheo, pavimentación, drenaje sanitario, infraestructura educativa, obra social, y demás hacen que Reynosa, avance a pasos agigantados, para convertirse política y económicamente en el bastión de desarrollo del estado.
Y por si fuera poco, la cultura en la administración de Pepe Elías, ha tenido como nunca un impulso sin precedente.
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