Brasil Apostó por el Campo. ¿Y México?
Mientras en los anaqueles de los supermercados aún encontramos tomates, tortillas y frijoles, en el corazón del campo mexicano se vive una crisis que podría convertirse en una catástrofe silenciosa. La autosuficiencia alimentaria de México pende de un hilo y pocos parecen alarmarse. Pero si miramos con atención, la tierra nos está gritando.
La edad promedio de los agricultores en México ronda los 58 años. Cada ciclo agrícola que termina es también una despedida de quienes han mantenido vivo el vínculo sagrado con la tierra. Sus hijos, en muchos casos, han emigrado a las ciudades o al extranjero en busca de mejores oportunidades, dejando atrás tierras fértiles, herramientas y saberes. El relevo generacional está en riesgo, y con él, la soberanía alimentaria del país.
En contraste, países como Brasil están mostrando otro camino. Allá, la generación Z esta regresando al campo, pero no como sus padres y abuelos. Lo están haciendo con gps, drones, sensores, agricultura regenerativa y modelos de negocio basados en sostenibilidad y tecnología. Lo rural se ha vuelto cool. Invertir en el campo ya no es sólo una labor noble, sino una oportunidad rentable, moderna y hasta deseable.
¿Por qué en México seguimos viendo el campo como sinónimo de pobreza y atraso? ¿Por qué no entendemos que sin campesinos no hay comida, y sin comida no hay país?
Es urgente repensar nuestro modelo agroalimentario. Necesitamos políticas públicas que no sólo subsidien, sino que empoderen. Que hagan del campo un espacio de innovación, formación y dignidad. Necesitamos conectar al joven que quiere cambiar el mundo con la tierra que está esperando ser sembrada.
La autosuficiencia alimentaria no es sólo un tema económico, es un tema de seguridad nacional, de justicia social, de identidad. Producir lo que comemos debería ser una prioridad, no una anécdota del pasado.
Si Brasil lo está logrando, nosotros también podemos. Pero hay que invertir: en tecnología, en cooperativas, en educación rural, en mercados locales. Porque el futuro de México no está solo en las ciudades inteligentes. Está, también, en la milpa que aún resiste. En el ejido que sueña. En el campo que, si le damos voz, puede volver a florecer.
Rola del dia: Redemption Song de Bob Marley https://www.youtube.com/watch?v=yv5xonFSC4c
Jorge Alejandro Torres Garza
Es internacionalista con una maestría en Ciencia Política y Administración Pública por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Durante su carrera realizó un intercambio en España y ha trabajado en los tres niveles de gobierno tanto en México como en Estados Unidos, incluyendo en un consulado de México en la zona de Los Ángeles, California. También ha participado en campañas políticas en México, colaborando con candidatos a alcaldes, diputados locales y gobernadores, así como en la campaña del senador de la República y precandidato presidencial del Partido Demócrata, Bernie Sanders, en Estados Unidos.
Recibió el reconocimiento "30 Under 30 Award" por la Asambleísta Eloise Gómez Reyes del Congreso del estado de California, un galardón que distingue a jóvenes líderes menores de 30 años por su dedicación, innovación y servicio a la comunidad.
Su pasión por el bienestar y la transformación social lo llevó a fundar Vibra/TAM, una asociación civil que promueve la salud mental de jóvenes a través de la música y las artes. Actualmente, brinda consultoría en desarrollo económico, turismo y salud mental, integrando enfoques holísticos y sostenibles.
Es amante de la música, disfrutando géneros como el rock clásico, jazz, electrónica, folk e indie. También es un practicante comprometido de yoga, meditación y senderismo, actividades que inspiran su conexión con la naturaleza y el bienestar integral.
Correo electrónico: jatorresgarza@gmail.com
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