Vargas Llosa con Yarrington
Las imágenes no tienen desperdicio; en una de ellas aparecen juntos el recién fallecido escritor peruano Mario Vargas Llosa (antes de ganar el Nobel de Literatura) y el entonces gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba. En otro extremo de la fotografía estaba muy serio el rector de la UAT Humberto Filizola Haces. Seguramente en las hemerotecas de la región hay abundante material gráfico y escrito sobre las reuniones denominadas Letras en el Golfo realizadas en el puerto seductor. Las que menciono aquí fueron recuperadas de El Sol de Tampico donde se hace una generosa reseña del acontecimiento literario auspiciado por el gobierno que encabezaba el exgobernador matamorense recién repatriado y resguardado en una cárcel mexicana.
El primer contacto de este columnista con el sudamericano Vargas Llosa fue en un cine de Reynosa donde vi el estreno de Los Cachorros, película basada en la novela homónima escrita por el autor de La Ciudad y Los Perros, La Casa Verde, Pantaleón y las Visitadoras, La Fiesta del Chivo, Conversación en la Catedral, El Héroe Discreto, Tiempos Recios y Le Dedico mi Silencio, entre muchas otras novelas que le hicieron ganar el máximo galardón al que puede aspirar un buen escritor. Aparte de Los Cachorros, otras de sus obras fueron llevadas a la pantalla grande. Bastante buena es la película Pantaleón y Las Visitadoras donde Vargas Llosa hace gala de buen humor, ironía muy fina y un amplio conocimiento de su país y de sus fuerzas armadas.
Confieso que durante años evité leer al peruano nacionalizado español por culpa de los prejuicios ideológicos. Desde hace décadas se hablaba de su conservadurismo que se acentuó con los años ya que demostró ser monárquico (amigo cercano del rey Juan Carlos de España quien le otorgó un título de marqués). Como intelectual de la derecha estuvo vinculado con el Partido Popular de España (heredero del franquismo), además, fue homenajeado por la actual presidenta peruana quien ascendió al poder luego de encarcelar a Pedro Castillo, un maestro de escuela que fue electo democráticamente pero fue víctima de las fuerzas retardatarias de la nación andina. Fiel aliado de los conservadores, Vargas Llosa llamó analfabeta al presidente caído.
Me quedo con sus novelas magníficas que he leído y lo recuerdo con El Sol de Tampico: Ocho años antes de recibir el premio Nobel de Literatura, pero ya establecido como una figura consagrada de las letras latinoamericanas, Mario Vargas Llosa visitó Tampico en noviembre de 2002. El peruano autor de “La ciudad y los perros” y “Conversación en la Catedral” formó parte de los 25 escritores invitados para la primera edición del Festival Letras en el Golfo, evento que reunía a los más importantes autores nacionales e internacionales para ofrecer lecturas al público. El festival se realizó del 4 al 8 de noviembre en la antigua aduana de Tampico, con la presencia del entonces gobernador Tomás Yarrington Ruvalcaba y el alcalde Arturo Elizondo Naranjo.
Entre los invitados figuraron los escritores: Laura Esquivel, Eduardo Lizalde, Rafael Ramírez Heredia, Homero Aridjis, Jennifer Clement, Hernán Lara Zavala, Luis Miguel Aguilar, Así como Víctor Manuel Mendiola, coordinador del evento. En tanto, la actriz Angélica Aragón fungió como maestra de ceremonias. Como lo informó El Sol de Tampico, la lectura de Vargas Llosa se realizó el 7 de noviembre en el Centro de Excelencia de la Universidad Autónoma de Tamaulipas, el cual se vio rebasado por la cantidad de lectores que esperaban por escuchar al laureado escritor, por lo que se tuvo que habilitar como recinto alterno el Aula Magna de la UAT.
Agrega el diario tampiqueño: Tras la lectura de los escritores Billy Collins, Daniel Sada, y el tampiqueño Arturo Castillo Alva, Vargas Llosa dio lectura a un fragmento de su novela entonces inédita “El Paraíso en la otra esquina”, ambientada en el siglo XIX y que relata un momento en la vida de la activista Flora Tristán y su nieto, el pintor Paul Gauguin y la estancia de ambos en Perú. Vargas Llosa -fallecido el pasado domingo 13 de abril y célebre por sus obras literarias pero también por sus análisis políticos- compartió para esta casa editora que en México se había alcanzado un progreso notable con la transición democrática, en comparación con otros países de Latinoamérica al dejar atrás a un “viejo sistema político caracterizado por el autoritarismo”.
Por otra parte, el autor de “La casa verde” también destacó que nuestro país había transitado por un proceso en el que había pasado de la dictadura perfecta, como llegó a calificar al régimen priista, a una “democracia imperfecta” con la llegada del panista Vicente Fox Quezada a la presidencia del país. “Es una democracia imperfecta, como en toda América Latina. Pero desgraciadamente, así que como tiene que ir mejorando el funcionamiento de las instituciones: garantizar la justicia, la equidad, la participación (ciudadana) en todos los ámbitos”, expresó Mario Vargas Llosa en su lectura en el Festival Letras en el Golfo en Tampico. Hasta aquí la reseña recuperada del medio porteño. En lo personal, he creído que el mejor homenaje a los escritores es leer su obra. Recién leí Tiempos Recios y comencé Le Dedico mi Silencio. En paz descanse.
Correo: amlogtz@gmail.com
Ambrocio López Gutiérrez
Periodista y Sociólogo.
Columnista en diversos medios electrónicos e impresos.
Redactor en el equipo de Prensa de la UAT.
Profesor de horario libre en la UAM de Ciencias, Educación y Humanidades.
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