Queridos amigos y amigas, ofrezco una disculpa sincera y penosa por no haber cumplido como el compromiso lo establece, de enviar mi aportación de esta columna en tiempo y en forma; sin embargo, la disculpa esta justificada de alguna manera, pues esta primavera llegó a mi salud con malas intenciones, y vaya que lo logró, pues me interrumpió mi vida rutinaria por más de 7 días. Pero además con tan mala suerte que sufrí una intrusión de un ladrón en casa que me distrajo un poco más.

Pero ya estamos en circulación, con un tema que ya traía desde hace algunas semanas, que me daba vuelta en la cabeza, el impacto del Egocentrismo y el impacto de la Autoestima en el Liderazgo.

Es común identificar a los Líderes Egocentricos, pues su afán desmedido de reconocimiento constante de sus logros y éxitos le hace perder la cabeza, de tal manera que su mayor logro es haber llegado a ser Líder, pero no Líder Competitivo; esto me recuerda al Principio de Peter, de Lawrence Peter, teoría de la administración basada en el estudio de jerarquías, de visión corta, que suelen ser poco productivos e ineficientes.

Los equipos liderados por egocéntricos pueden ser menos innovadores y colaborativos.

Mientras que el egocentrismo perjudica el Liderazgo, una autoestima saludable puede ayudar a los Líderes a ser más efectivos. Los Líderes con alta autoestima regularmente no se equivocan, son muy análiticos, y si se equivocan, corrigen y avanzan. No necesitan presumir ni intimidar a los demás para demostrar su valor. Tienen una mayor probabilidad de desarrollar la autoestima de sus colaboradores, porque saben que el éxito no se logra solo, sino en equipo.

Los Líderes Competitivos escuchan y piensan, controlan el Ego reconociendo con oportunidad cuándo interfiere en sus metas. Aceptan la vulnerabilidad para fomentar la confianza. Practican la escucha activa para abrirse a las perspectivas del equipo. Enfocar el Liderazgo en el servicio para actuar en beneficio del equipo (Tal y como lo hacen los Rotarios).

La autoestima se puede resumir como la confianza en las propias capacidades y un fuerte sentido de valía.

También significa respeto por uno mismo. Puede parecer que la autoestima en los Líderes es un factor interno que impacta más al líder que a quienes lo rodean, pues no es así, el autentico Líder lo permea con su equipo y sus posibilidades de éxito son mayores.

La baja autoestima en el Liderazgo a menudo genera la necesidad de que un Líder microgestione a su equipo . Esto se debe a su miedo al fracaso, que intenta encargarse de todo el trabajo. Desconfían de su propio equipo, por lo que se convencen de que la microgestión es la única solución.

Los buenos Líderes entienden que es necesario otorgarle a su equipo responsabilidad y rendición de cuentas para que puedan asumirla.

Liderar por miedo, es odiado por su equipo y compañeros. Requieren demostrar su poder y temer la debilidad. La baja autoestima conduce al acoso porque el Líder acosador intenta compensar su falta de confianza demostrando a los demás que es más poderoso. Lamentablemente, este es el modelo más común en las organizaciones, regularmente son organizaciones enfermas que necesitan ayuda.

Usan su poder sobre los demás para demostrar quién manda. Esto les indica a quienes los rodean que no deben ser cuestionados. Sin embargo, a un Líder con alta autoestima no le importa que lo cuestionen, porque no necesita tener la razón siempre.

Los Líderes Competitivos, confían en su equipo y en su propia capacidad, por lo que no necesita exhibir su poder abiertamente. Los Líderes de baja estima suelen temer equivocarse o ser vistos como débiles, por lo que desalientan a otros a desafiarlos por temor a ser descubiertos.

La baja autoestima en el liderazgo produce este tipo de comportamiento. En lugar de sentirse cómodos con alguien que sepa más que ellos, los Líderes con baja autoestima intentarán eliminar a quienes puedan oponerse a ellos o "dejarlos en evidencia".

A los Líderes con alta autoestima no les importa el fracaso, porque su ego puede soportar estar equivocado. A los gerentes con alta autoestima no les importa delegar, porque no necesitan llevarse la gloria todo el tiempo.

Los Líderes con alta autoestima saben lo que ofrecen a la organización. No necesitan intimidar a otras personas para demostrar su propio valor. Los Líderes con alta autoestima tienen más probabilidades de denunciar las malas acciones porque no tienen miedo de perder su trabajo.

Trabaja para desarrollar la autoestima, 

1. Fortalece tu autoestima recordando un momento en el que tuviste éxito. A veces necesitas un pequeño recordatorio de que vales la pena. 

2. Desarrolla tu autoestima buscando compañeros con quienes puedas hablar sobre los problemas que enfrentas. Es valioso tener colegas con quienes hablar y que puedan aconsejarte.
3. Desarrolle su autoestima comprendiendo su rol en el equipo. No se trata de hacer todo el trabajo y atribuirte todo el mérito. 

4. Desarrolla tu autoestima aprendiendo lecciones cuando fallas. Cuando las cosas salgan mal, asegúrate de tomarte el tiempo para extraer lecciones de la experiencia. Construimos la autoestima al fracasar y aprender, así como al tener éxito. 

5. Desarrolla tu autoestima saliendo de tu zona de confort. Una de las mejores maneras de mejorar tu autoestima es salir de tu zona de confort. Si fracasas, no te preocupes, porque a veces no tenemos éxito en las tareas difíciles.

La autoestima en el Liderazgo influye enormemente en el desempeño de los Líderes, y nunca he conocido a un gran Líder con baja autoestima. Los mejores Líderes conocen sus límites, tienen una confianza serena y un Ego que resiste el castigo.

Marcos Olivares

21 de marzo 2025

Referencias:

El principio de Peter; Lawrence J. Peter

Porque los Líderes necesitan desarrollar la Confianza

Marcos Olivares

Reynosense, estudió una Licenciatura en Sistemas, además de diplomados y talleres relacionados a las finanzas y ciudadades sustentables.

Fue delegado de la Capufe y ha ocupado cargos en la administración municipal.

Su columna "Líderes Competitivos" se publica en varios medios de comunicación.