El origen del mal
Una de las noticias que acaparó muchos medios nacionales y apareció en muchos extranjeros, fue la del Rancho Izaguirre. Por las diversas posturas tomadas, tanto de las autoridades gubernamentales, así como las de las asociaciones y/o grupos de buscadores (as) de personas desaparecidas, así como testigos de ello, se han generado mayores discrepancias.
Podemos discutir sobre muchos temas que están surgiendo, pero considero de gran relevancia en verdad tomarnos un tiempo para verdaderamente refexionar y no tomar partidos o lados acorde a posicionamientos, creencias o asuntos personales. La gran realidad es que estamos en una época violenta y muchos sucesos de este tipo claro que se están dando, negarlo en verdad es ser irresponsable e indolente.
Desde datos estadísticos, testigos, investigaciones, documentales, vivencias, etc., la evidencia es muy clara de que existen campos, fosas, desapariciones y mucho más, en muchos sino es que la mayoría de estados de la república. Y esto no es algo de colores ni fanatismo y menos amarillismo, es una triste y terrorífica realidad. El origen de nuestro presente definitivamente va ligado a lo permisivos y participativos de círculos viciosos de nuestro pasado.
Ahorita parece algo espantoso difícil de erradicar, pero tiene años que esto se veía venir, muchísimas eran las pruebas, así como los claros indicios y fue como un monstruo que en lugar de tratar de aniquilarlo o al menos contenerlo, se le alimentó y ahora son muchas sus cabezas y por ende su fuerza y predominio. ¿Por qué será difícil revertir todo esto? Por qué seguimos permitiendo en muchos lados muchas acciones que por pequeñas que parezcan, alimentan y seguirán alimentando a la bestia.
El origen de este presente mal no radica solo en las personas que delinquen y lo perpetran, sino en nuestra sociedad y sistemas que siguen albergando y hasta protegiendo de todo. Corrupción, impunidad, acosos sexuales, laborales, enriquecimiento ilícito, nepotismo, proteccionismo político, etc., etc. etc.
Tan así que en la mayoría de nuestro territorio seguramente nos encontraremos ejemplos de lo antes mencionado, como parte de feas y reprobables costumbres muy arraigadas en nuestro entorno social, político y personal. Lo increíble es que a estas alturas se quiera negar o pretender que mucho de esto ya está bajo control, porque definitivamente no es así.
Tenemos muchísimo pero muchísimo por hacer y el primer gran paso sería unificar criterios y reconocer que como sociedad en verdad tenemos un gran problema social y estructural. Si se siguen poniendo malos ejemplos desde los núcleos de personas que tendrían que ser los primeros en poner el buen ejemplo, pues a ningún lado vamos a llegar.
No se trata de proporcionar nombres ni de echar culpas, cada quien sabrá lo que hace, no hace o deja de hacer. Pero hay ciertos ejemplos que ya caen en lo obviamente ridículo. Fernández Noroña, un gran elemento combativo y defensor de MORENA, ahora sale con teorías de descrédito y hablando hasta de montaje en el caso de Teuchitlán. Ah, pero cuando la también brutal tragedia de los 43 desaparecidos de Ayotzinapa, no paraba de alzar fuertemente la voz y recriminar de todo.
Igual de ridículos y payasos que muchos que ahora echan toda la culpa a MORENA de todos los males cuando fueron también en sexenios pasados cuando todo esto iba creciendo y claro que también fueron culpables por colusión o por al menos omisión y silencio. No creo que no sepan que la gente está cansada de tanto show, teatros y sinvergüenzas.
Aunque habrá que decir que seguiremos así hasta que se siga permitiendo, ya si millares de desaparecidos, homicidios, campos de exterminios, fosas, destazados, violaciones, venta de órganos, tráfico humano y de más horrores no cimbran nuestras conciencias, pues agárrense que pareciera vamos en el camino para el infierno.
Hasta el día de hoy a muchos horrorizan los relatos de las atrocidades Nazis y mientras en nuestro propio territorio vemos nuestros propios casos tipo Auschwitz y algunos hasta peores. E independientemente de mi ideología y preferencias políticas, soy un ciudadano mexicano consternado con lo que sucede en nuestro país, aplaudo y me congratulo de todo lo bueno que se hace pero también me entristece e indigna todo lo malo que se sigue viendo y viviendo.
De corazón espero y deseo que nuestra presidenta siga trabajando duro para enmendar todo aquello que pueda, pido a mis compatriotas nos fijemos más en aquello que nos une en lugar de todo aquello que nos divide. Pasamos tiempos críticos y no podemos negarlo, esto ya no se trata de seguirnos peleando por intereses sino de tratar de dejarlos a un lado y anteponer aquellos que enaltezcan y saquen adelante a nuestra gran pero muy tribulada nación.
En columna reciente escribí y creo con equivocación un pensamiento muy cierto para reflexionar en estos tiempos;
“El silencio ante el mal o ante la cara del mal, es el mal en sí mismo y/o; Mantener silencio ante el mal, es el mal en sí mismo: Dios no nos juzgará como inocentes. No hablar, es hablar. No actuar, es actuar.
– Dietrich Bonhoeffer-
Para adelante y con todo por Tamaulipas:
Reconocimiento y ánimo a nuestro gobernador por su reciente informe, los retos son muy grandes y los tamaulipecos tenemos que juntarnos para coadyuvar al mejoramiento de nuestro estado. Lo bueno y lo malo se verá y con ello seremos juzgados, en nuestras manos está el cómo quedaremos ante los anales de la historia.
Tamaulipas es un gran estado, no exento para nada de sus propias tribulaciones y enormes retos, es tarea de todos los que verdaderamente amamos esta tierra que nos vio nacer o en la que hemos crecido, la de aportar nuestro grano de arena para salir delante de los grandes retos.
Jorge Alonso Infante Alarcón
Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.
Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)
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