La historia nos ha enseñado que cuando Estados Unidos sufre económicamente, reactiva su economía a través de los conflictos bélicos. Lo hizo en la Segunda Guerra Mundial al inyectar armas y recursos en Europa, logrando posicionarse como la gran potencia industrial y militar. Ahora, con un panorama global en transformación, Washington parece estar utilizando la misma estrategia, pero con un nuevo objetivo: los minerales raros, los verdaderos motores de la tecnología militar y económica del siglo XXI.

La clave: control de los recursos estratégicos

Desde Ucrania hasta México, pasando por Groenlandia y Asia, Estados Unidos busca afianzar su dominio sobre estos elementos esenciales para el desarrollo de semiconductores, baterías, misiles hipersónicos y sistemas de inteligencia artificial. Con el regreso de Donald Trump a la presidencia, la prioridad ha cambiado: en lugar de sostener la guerra en Ucrania, se ha optado por un acuerdo con Rusia, retirando el respaldo a Volodímir Zelensky, quien ahora busca desesperadamente apoyo en Londres y entre los líderes europeos.

Mientras tanto, China sigue liderando su control sobre la producción y refinamiento de minerales estratégicos, lo que representa una amenaza para la hegemonía estadounidense. Es por eso que Washington ha puesto su mirada en nuevos yacimientos. En este contexto, México ha cobrado un protagonismo inesperado, con el yacimiento de litio más grande del mundo en Bacadéhuachi, Sonora. Pero Sonora no es el único foco de atención. Tamaulipas, con su riqueza en minerales raros y su posición geoestratégica, también se encuentra en la mira de los intereses internacionales.

La guerra contra los cárteles: una excusa geopolítica

En paralelo, el gobierno de Estados Unidos ha dado un giro en su política hacia México. La reciente designación de los cárteles del narcotráfico como grupos terroristas no solo responde a la crisis de fentanilo, sino que también abre la puerta a una intervención más directa en territorio mexicano. Históricamente, la clasificación de un grupo como terrorista ha sido el pretexto perfecto para justificar sanciones, operaciones militares y una presencia más agresiva en países de interés estratégico, como los productores de petróleo.

México, con su riqueza mineral y su ubicación clave, se encuentra en la encrucijada. La pregunta es si la administración de la Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, podrá resistir la presión de Washington. La nacionalización del litio por parte de México fue una decisión que incomodó a Estados Unidos y con esta nueva narrativa de seguridad nacional, podrían buscar mecanismos para forzar un acceso más directo a estos recursos. Tamaulipas, además de ser un estado clave en el tráfico de mercancías y energía, ahora entra en la ecuación como otro punto de disputa debido a su potencial en minerales estratégicos.

Un tablero geopolítico en constante cambio

El siglo XXI está redefiniendo las reglas del juego. La guerra ya no se libra solo en el campo de batalla con ejércitos, sino con sanciones, comercio, tecnología y recursos estratégicos. La reciente reunión entre Trump y Zelensky en la Oficina Oval dejó claro que el conflicto en Ucrania ha sido relegado en la agenda estadounidense. Europa, por su parte, se encuentra en una posición vulnerable, con líderes divididos y una economía golpeada por la crisis energética y la inflación.

Rusia, con el respaldo tácito de China, ha sabido jugar sus cartas, asegurando su influencia en el este de Europa y reforzando su posición en el mercado de energía y materias primas. Mientras tanto, América Latina podría convertirse en el siguiente gran campo de batalla geopolítico, con México al centro de la disputa por el litio y otros minerales clave. Tamaulipas, al compartir frontera con Texas y ser una ruta clave para el comercio y la seguridad, podría jugar un papel determinante en la agenda de Washington.

El futuro: ¿cooperación o confrontación?

El desenlace de este nuevo orden mundial dependerá de las decisiones que tomen los actores clave en los próximos años. ¿Se logrará una cooperación internacional para gestionar estos recursos de manera equitativa, o veremos una nueva era de conflictos impulsados por la ambición de los gigantes geopolíticos? Lo único seguro es que el control de los minerales raros será el gran catalizador de las tensiones en el futuro inmediato.

Rola del día: “War Pigs" de Black Sabbath https://www.youtube.com/watch?v=LQUXuQ6Zd9w

Jorge Alejandro Torres Garza

Es internacionalista con una maestría en Ciencia Política y Administración Pública por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Durante su carrera realizó un intercambio en España y ha trabajado en los tres niveles de gobierno tanto en México como en Estados Unidos, incluyendo en un consulado de México en la zona de Los Ángeles, California. También ha participado en campañas políticas en México, colaborando con candidatos a alcaldes, diputados locales y gobernadores, así como en la campaña del senador de la República y precandidato presidencial del Partido Demócrata, Bernie Sanders, en Estados Unidos.

Recibió el reconocimiento "30 Under 30 Award" por la Asambleísta Eloise Gómez Reyes del Congreso del estado de California, un galardón que distingue a jóvenes líderes menores de 30 años por su dedicación, innovación y servicio a la comunidad.

Su pasión por el bienestar y la transformación social lo llevó a fundar Vibra/TAM, una asociación civil que promueve la salud mental de jóvenes a través de la música y las artes. Actualmente, brinda consultoría en desarrollo económico, turismo y salud mental, integrando enfoques holísticos y sostenibles.

Es amante de la música, disfrutando géneros como el rock clásico, jazz, electrónica, folk e indie. También es un practicante comprometido de yoga, meditación y senderismo, actividades que inspiran su conexión con la naturaleza y el bienestar integral.

Correo electrónico: jatorresgarza@gmail.com