Toda figura pública por la naturaleza de su encomienda, sabe que al estar en tal ámbito, estará sujeto al escrutinio popular. De inicio el no verlo de esa manera o el hecho que se sorprendan o se quejen, en verdad es algo muy ingenuo. Es cierto que existen parámetros que no deberían cruzarse, pero caramba, ¿cuándo se le ha conocido al ambiente político por ser muy moral o simplemente moral?

Habiendo dicho lo anterior, parece increíble que a estas alturas muchos no entiendan esto, o de plano confían en el nivel de impunidad, permisividad o displicencia de la ciudadanía, para hacer cosas que bien saben no deberían. Un estudio realizado hace un tiempo atrás, mostraba que México está o estaba entre los 10 países con mayor nivel de impunidad de todos los estudiados.

Seguimos penosamente teniendo un índice de 9 de cada 10 casos de algún tipo de delito no terminan por encontrar justicia, por eso para muchos esto significa vivir en un paraíso para la impunidad y el mal hacer. Siendo esto una de las razones del por qué se sigue viendo muchas trapacerías así como el cometimiento de muchos actos ilícitos

Las nuevas tecnologías ya permiten a la ciudadanía tener mayor información y por ende mayor conocimiento del entorno, no siempre de sucesos fiables pero al fin y al cabo la información se disemina. Con ello se han visto en mayores aprietos las figuras públicas que han incurrido en algún acto indebido, aunque no siempre con las consecuencias legales inherentes.

En el caso de la política, sabemos perfectamente todos los vicios existentes desde hace décadas en nuestro país y al paso de los años algunas situaciones mejoran mientras otras continúan igual y en unos casos hasta peor. Se pregona que se desechan malas prácticas y al mismo tiempo la ciudadanía decepcionada es testigo de la perversa y lamentable retórica falsa.

Hablando de...

“Fluyeron millones de pesos, y una cantidad de ellos terminaron en manos de varios vivales, hombres y mujeres salieron con varios millones que en lugar de usarlos para la operación política, terminaron embolsándoselos. Imagínate si eso fue al inicio, ¿cómo estará el asunto ahorita? Comentó un personaje que atestiguó eso y otras cosas más.

Información a conveniencia

En una charla una persona que labora para una corporación de inteligencia platicó:

“De eso existen hasta audios muy incriminadores, yo mismo he escuchado al menos tres, ¿El por qué no los difunden? Eso ya pertenece a los intereses políticos existentes.”

Al final del día le piensan en abrir la caja de pandora, pero cuando esta se abra, cuidado. Estar en el ojo público, no es fácil y menos cuando solos se complican las cosas.

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)