Ciudad Victoria, Tamaulipas. - A pesar de las lluvias de mediados de 2024, el hato ganadero en el Estado permanece bajo y su recuperación depende de una gestión eficiente de la capacidad forrajera, no solo de las precipitaciones, consideró el presidente de la Unión Ganadera Regional de Tamaulipas (UGRT), José Guerrero Gamboa.

Advirtió que la escasez de pastos sigue siendo un obstáculo para el crecimiento del ganado. 

Recomendó analizar la capacidad forrajera antes de aumentar el número de reses, ya que las lluvias recientes, aunque beneficiosas, no garantizan una recuperación inmediata.

Comentó que el sobrepastoreo de años de sequía ha dañado los pastizales, reduciendo su capacidad de crecimiento incluso con mayor disponibilidad de agua.

Destacó la necesidad de rehabilitar los ranchos antes de incrementar el ganado, lo que implica un proceso costoso de aflojamiento de la tierra, resembrado y descanso de áreas sobreexplotadas.

Expresó que la decisión de aumentar el ganado debe basarse en un análisis del comportamiento de las precipitaciones en los próximos años, considerando que la capacidad forrajera se ha reducido. 

"Donde antes cabían 100 vacas, ahora quizás solo quepan 60, 50 o 70", precisó.

Guerrero Gamboa puntualizó que el crecimiento del hato ganadero debe ser ordenado y sustentable, priorizando la disponibilidad de alimento y evitando problemas de manutención futuros.

oal