Crisis de valores activa las alarmas delictivas…
Día con día el planeta va sufriendo cambios significativos que trastocan el alma, la esencia y el comportamiento de cientos de individuos, repercutiendo en varias regiones y localidades de la tierra.
La niñez y la juventud suelen ser en ocasiones las principales víctimas de los cambios radicales que vive el planeta y que lastima a la sociedad, debido a la carencia de principios o valores que se ha venido registrando desde hace años.
El comportamiento del ser humano debe de estar constituido por valores o principios que deben fundamentar su educación, los valores o principios deben de ser inculcados desde la infancia e ir fortaleciéndose en las diversas etapas de la vida.
La carencia de unidad familiar, la falta de comunicación en el hogar, violencia en el hogar, la separación o desintegración familiar, la ausencia de amor e interés por el bien común en el hogar, víctimas de abuso físico y/o sexual, factores genéticos, exposición a la violencia por medios de difusión (televisión, radio, etc.), uso de drogas y/o alcohol, presencia de armas de fuego en la casa, factores de estrés socioeconómico en la familia (carencia y privación de medios), entre otros factores hoy afectan la conducta de muchos niños y adolescentes que van desarrollándose con la ausencia de valores y presentando vacío emocional.
El bienestar personal determina el grado y el nivel de estado de salud físico, mental y emocional, por lo que el tener en nuestras vidas principios nos ayudan a mantener correctas conductas y decisiones.
Una población sana física y mentalmente, fortalece a localidades y regiones, genera condiciones de vida favorables en términos de oportunidades para el desarrollo individual y colectivo dentro de un entorno físico, social, ambiental y cultural.
El entorno representa un papel importante en el rubro de salud, su proceso implica tiempo, paciencia, políticas públicas eficaces, un medio ambiente funcional y equilibrado y una buena organización social.
Los principios, cualidades o virtudes forman parte de la conducta de una persona y de ello depende el comportamiento que asuma ante alguna situación.
Los principios destacan en los pensamientos, los sentimientos y la manera de llevar la vida, los valores en sociedad definen el comportamiento del individuo y genera un bienestar común.
Hoy los problemas que enfrenta el mundo son complejos y diversos, entre ellos se encuentran los de salud mental y la crisis de valores que están afectando el comportamiento y la actitud de niños, niñas y jóvenes.
Estos problemas, están propiciando que se active y se registre violencia juvenil, que se encuentra latente y está activando las alarmas con elevados resultados negativos.
La violencia juvenil es el uso intencional de la fuerza física o el poder para amenazar o dañar a otros por parte de jóvenes de entre 10 y 24 años.
Un joven puede estar involucrado en la violencia juvenil como víctima, agresor o testigo.
La violencia en los adolescentes inicia en etapas tempranas de edad y tiende a persistir por años e incluso hasta que la persona llega a la etapa adulta.
Los actos violentos pueden presentarse por medio de la intimidación, a través de peleas, agresiones mediante bofetadas o golpes e incluso el uso de algún tipo de arma y en algunos casos el tipo de actos violentos pueden causar más daño emocional que físico o pueden causar lesiones graves e incluso la muerte.
Un importante factor de riesgo para la violencia en los adolescentes es el comportamiento de sus amigos y compañeros de clase.
Uno de los lugares comunes en los que sufren agresión verbal y física niños y adolescentes es en la escuela.
El acoso escolar o bullying, el agredir de manera constante y repetida a uno o varios compañeros que no pueden defenderse o se encuentran en desventaja, las peleas y las amenazas con armas son algunas de las modalidades relacionadas con las formas de violencia.
La escuela es uno de los lugares más susceptibles y en los que mayor tiempo pasan durante la etapa de aprendizaje las niñas, niños y adolescentes y en la que les permite socializar y contar con un círculo de amistades.
En ocasiones los alumnos expresan sus sentimientos, con uso de detalles expresan y comparten sus estilos de vidas a sus compañeros por la convivencia diaria y las largas horas que pasan en la escuela. Muchas de las veces ello los convierte en potenciales víctimas de Bullying o acoso escolar.
El nivel de Bullying desafortunadamente está crecido tanto en impacto como en daño para los que lo viven y que decir del cambio de conducta que han presentado algunos jóvenes, la que ha modificado de activa a pasiva hasta llegar al nivel de agresiva y violenta.
Las personas que sufren de estas acciones negativas de conducta, viven con resentimiento y oposición frente a las exigencias de otros, presentan un gran nivel de resistencia a la cooperación, mantienen una actitud cínica u hostil y con frecuencia reflejan un sentimiento de subestima o engaño.
La conducta pasivo-agresiva tiende a interferir en el buen desempeño educativo y en las relaciones humanas.
Actualmente las acciones negativas de algunos jóvenes o niños sobrepasan el actuar de las pasadas generaciones, hay antecedentes de niños y jóvenes agrediendo a maestros y compañeros de manera drástica, lo que ha generado reacciones que cuestionan tanto el sistema educativo, como la educación que los niños reciben en sus casas.
La imaginación que en ocasiones usan los jóvenes y niños para hacer daño e impactar a la comunidad son diversos, el uso de la imaginación y la influencia televisiva o de los videojuegos en ocasiones se impone e influye negativamente en el comportamiento y actitud de los menores, como el caso de un estudiante que vestido como el personaje de los cómics The Joker, intento agredir con un arma blanca a su profesor de Cívica y Ética en la escuela secundaria General Lázaro Cárdenas, situada en la colonia Ejido Primero de Mayo Norte, en el municipio de Boca del Río, Veracruz. El maestro logró controlar al joven y la situación, el alumno solo le causó heridas leves y no graves.
Son varios los incidentes en los que la violencia estudiantil y la introducción de armas a los planteles escolares se han hecho presentes en varias partes, en los que alumnos han sido detectados portando pistola de postas, aire y de fuego para impactar o intimidar a sus compañeros.
El pasado 20 de enero de 2025, la Comisaría de Seguridad Pública de Tala recibió un reporte de que un menor alumno de la Secundaria Técnica número 90 en la delegación de El Refugio, en Tala, Jalisco portaba un arma de fuego con un cargador abastecido con 10 cartuchos útiles.
Los elementos de seguridad pública que atendieron los hechos entrevistaron al menor, el cual argumentó que el arma se la prestó su abuelo, mientras que la maestra que fue cuestionada informó que el alumno no realizó amagos ni amenazas, únicamente el arma la traía fajada.
Recientemente un alumno de secundaria en esta ciudad capital, le fue encontrada una réplica de un arma de fuego que portaba en su mochila, la que fue asegurada y puesta a disposición de las autoridades correspondientes.
Los cuestionamientos ante tales hechos pueden ser diversos y amplios, pero sobre todo y lo más importante es fomentar y realizar de manera permanente actividades orientadas a la prevención de cualquier tipo de situaciones de riesgos para los estudiantes y docentes, el maltrato y el acoso escolar, mantener permanente la cultura del respeto, llevar a cabo acciones, programas y cursos del manejo Habilidades Socioemocionales y Manejo De Conflictos mediante un equipo multidisciplinario integrado y participativo por autoridades, maestros, padres de familia y alumnos. Son algunas de las muchas medidas que se pudieran realizar en beneficio de erradicar la violencia escolar.
Las agresiones realizadas por alumnos en contra de sus compañeros y maestros es un problema que requiere de atención inmediata por parte de las autoridades educativas de los tres órdenes de gobierno y padres de familia o tutores responsables de los menores.
De acuerdo al informe Violencia en las Escuelas: una lección diaria de la UNICEF, destaca la mitad de los estudiantes de entre 13 y 15 años de todo el mundo y alrededor de 150 millones declaran haber experimentado violencia entre compañeros en las escuelas y en sus inmediaciones.
Aproximadamente 720 millones de niños en edad de asistir a la escuela, viven en países donde la ley no les confiere una protección plena frente a los castigos corporales en la escuela. Y uno de cada tres estudiantes de entre 13 y 15 años de todo el mundo sufre acoso; una proporción similar participa en peleas físicas. Tres de cada 10 estudiantes de 39 países industrializados admiten que acosan a sus compañeros.
La Organización Mundial de la Salud por su parte estima que en el mundo suceden unos 193 000 homicidios cada año entre jóvenes de 15 a 29 años, lo que convierte al homicidio en una de las principales causas de muerte de las personas en este grupo de edad.
Por cada persona joven asesinada con violencia, muchas otras sufren lesiones que requieren de tratamiento hospitalario. Los ataques con armas de fuego provocan lesiones letales con mayor frecuencia que los asaltos con puños, patadas, cuchillos y objetos contundentes.
Las peleas físicas y el acoso son comunes entre las personas jóvenes. Un estudio realizado en 40 países en desarrollo reveló que lo sufrían el 42% de los niños y el 37% de las niñas.
Las diversas formas de violencia que sufren los menores pueden ocasionarles consecuencias graves en sus vidas y afecta a las comunidades en las que viven.
El INEGI a través de la Encuesta Nacional de Adolescentes en el Sistema de Justicia Penal informó en 2022 que a nivel nacional, 3 413 personas se encontraban en el Sistema Integral de Justicia Penal para Adolescentes cifra de la cual, el 56.5 % cumplía una medida de sanción en externación y 30.2 %, una de internamiento.
Los padres o tutores deberían de saber con quién se relacionan sus hijos y fomentar un comportamiento y amistades saludables.
Es importante mantener una comunicación fluida basada en la confianza, entendimiento y dialogo abierto, inculcar valores, tener unidad familiar, otorgar amor y confianza a los hijos y estar siempre atentos a señales de depresión o violencia de los hijos y de su salud mental.
Un entorno educativo positivo es fundamental para este importante sector de la sociedad, porque entre más seguro y valorado se encuentre las niñas, niños y adolescentes mayor será su nivel de bienestar, por lo contrario, si el ambiente es estresante y conflictivo, crecerán y se desenvolverán en ambientes y entornos negativos, lo que afectará a su desarrollo y porvenir y a las comunidades a las que habitan.
Así las cosas….
¿Y Usted, qué opina?
Nos vemos a la próxima…
Carlos Álvarez
Analista y Auditor. Consultor Externo. Certificado ante el Instituto Nacional de Ciencias Penales (INACIPE).
Libros publicados: “El Tamaulipas y el México que Anhelan los Jóvenes para el Siglo XXI”, “El Gran Juicio” y “El Lago Encantado y el Maravilloso Pueblo Azteca”. Escribe en varios medios de comunicación del Estado.
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