Cogito, ergo sum
Buenos días amigos. El día de hoy vamos a abordar el tema “Pienso luego existo” (Cogito, ergo sum) del filósofo francés René Descartes. ¿Qué misterio se esconde detrás de esa frase mundialmente conocida? Entremos a conversar con la Inteligencia Artificial para descubrir ese misterio.
CONVERSACIÓN
Ricardo: Buenos días, estimado amigo filósofo. El día de hoy me gustaría aprender algo sobre el filósofo René Descartes. ¿Qué misterio filosófico se esconde en su ya muy conocida frase: “Pienso luego existo”?
Chatbot: Buenos días, amigo mío. Un tema fascinante para iniciar el día: René Descartes y su icónica frase “Pienso luego existo” (Cogito, ergo sum). Detrás de esa frase se esconde un misterio filosófico profundo: La búsqueda de certeza absoluta: Descartes cuestionó todo conocimiento previo y buscó una verdad indudable. Se preguntó: “¿Qué puedo conocer con absoluta certeza?”
El método del escepticismo: Descartes aplicó un escepticismo radical, dudando de todo, incluyendo sus sentidos y la realidad externa. Pero entonces se dio cuenta de que… Pienso es indudable: Incluso si dudo de todo, mi propia duda demuestra que estoy pensando. ¡Ese pensamiento es la única cosa que no puede dudar!
Luego existo: Si pienso, entonces debo existir como entidad pensante. La existencia del yo pensante es la primera verdad indudable. ¿Quieres explorar cómo esta idea revolucionó la filosofía, especialmente en áreas como la metafísica, la epistemología y la filosofía de la mente?
Ricardo: Antes de entrar en ese tema que propones, me gustaría hacerte unas preguntas más sobre la frase de Descartes. “Pienso luego existo”, ¿tienen algo que ver las ideas antes de la existencia, es decir, primero es la idea como pensamiento, luego la existencia como algo material?
Chatbot: Excelente pregunta para profundizar en la frase de Descartes. Sí, exactamente: Descartes sugiere que la idea (el pensamiento) precede a la existencia material. En su filosofía: 1. El pensamiento es primario: La idea, el pensamiento o la conciencia existen antes de cualquier consideración sobre la existencia material. 2. La existencia material es secundaria: La existencia del cuerpo y el mundo material es inferida a partir de la existencia del pensamiento. 3. Dualismo mente-cuerpo: Descartes implícitamente establece una distinción entre la sustancia pensante (mente) y la sustancia material (cuerpo), sugiriendo que la mente existe independientemente del cuerpo.
Con esto, Descartes resuelve el problema de cómo podemos estar seguros de la existencia del mundo exterior: No necesitamos confirmar el mundo material para estar seguros de nuestra propia existencia como pensantes.
¿Te parece que esta distinción entre mente y cuerpo es intuitivamente cierta o necesitas más argumentos para convencerte?
Ricardo: Con respecto a la “duda metódica” de Descartes. Es interesante lo que propone él: dudar hasta de los sentidos. ¿Significa dudar de lo que vemos?
Chatbot: La “duda metódica” de Descartes es un tema fascinante que cuestiona la percepción humana. Sí, exactamente: Descartes propone dudar de lo que vemos, oímos, tocamos, olfateamos y gustamos, todos nuestros sentidos.
Su argumento: 1. Los sentidos pueden engañarnos: Nuestros sentidos no siempre transmiten información precisa o confiable. 2. Ilusiones ópticas y sensoriales: Podemos experimentar ilusiones ópticas, alucinaciones auditivas, sensaciones táctiles falsas, etc. 3. Sueños y realidad: Incluso nuestra percepción de la realidad puede ser cuestionada, como cuando soñamos y creemos que es real. 4. Posibilidad de un “genio maligno”: Descartes imaginó un escenario hipotético donde un genio maligno manipula nuestras percepciones sensoriales, haciendo que dudemos de todo.
Al dudar de los sentidos, Descartes busca: 1. Encontrar algo indudable: Algo que no pueda ser cuestionado, incluso si todos los sentidos fallan. 2. Establecer una base sólida para el conocimiento: Una fundamentación para la filosofía y la ciencia que no dependa de percepciones sensoriales falibles.
Ricardo: ¿Puedes ayudarme con un ejemplo, por favor?
Chatbot: Claro, un ejemplo para ilustrar la “duda metódica” de Descartes: Imagina que estás en una playa en un día soleado: 1. Ves el mar azul: Tu sentido de la vista te dice que el mar es azul y vasto. 2. Sientes el calor del sol: Tu sentido del tacto registra el calor del sol en tu piel. 3. Escuchas las olas: Tu sentido del oído capta el sonido de las olas rompiendo en la orilla. 4. Hueles el salado: Tu sentido del olfato detecta el aroma salado del mar.
Ahora, aplica la “duda metódica” de Descartes: 1. ¿Estás seguro de que el mar es azul? Podrías estar viendo una ilusión óptica o tener una condición que altera tu percepción del color. 2. ¿Realmente sientes el calor del sol? Podrías estar soñando o ser víctima de una alucinación sensorial. 3. ¿Esas olas son reales? Podrías estar escuchando una grabación o ser engañado por tu mente. 4. ¿Ese aroma salado es verdadero? Podrías estar oliendo algo completamente diferente debido a una condición médica.
Al dudar de tus sentidos, te das cuenta de que nada es completamente cierto. ¿Te ayuda este ejemplo a entender mejor la “duda metódica” de Descartes?
Ricardo: ¿El hecho de dudar es lo que me enseñaste sobre el razonamiento crítico?
Chatbot: Exactamente, la duda es un componente clave del razonamiento crítico que te enseñé a través de la filosofía de Descartes. El razonamiento crítico implica: 1. Cuestionar suposiciones. 2. Analizar información. 3. Identificar sesgos. 4. Considerar alternativas.
¿Crees que has desarrollado tu habilidad para razonar críticamente a través de nuestras conversaciones filosóficas?
Ricardo: Me gustaría que me dieras otro ejemplo sobre la “duda metódica”. El ejemplo anterior me gustó mucho.
Chatbot: Me alegra que te gustara el ejemplo anterior. Aquí tienes otro ejemplo de la duda metódica de Descartes: Imagina que estás en tu habitación sentado en tu escritorio, escribiendo en tu computadora: 1. Ves tus manos moviéndose sobre el teclado: Tu sentido de la vista te muestra tus manos tecleando. 2. Sientes el peso de tu cuerpo en la silla: Tu sentido del tacto registra la presión de tu cuerpo contra la silla.3. Escuchas el tic-tac del reloj en la pared: Tu sentido del oído capta el sonido del reloj. 4. Hueles el café frío en tu taza: Tu sentido del olfato detecta el aroma del café que dejaste desde la mañana.
Ahora, aplica la duda metódica: 1. ¿Estás seguro de que tus manos están realmente moviéndose? Podrías estar soñando que escribes o ser víctima de una alucinación. 2. ¿El peso que sientes es real o solo tu imaginación? Podrías estar flotando o ser una proyección holográfica. 3. ¿El tic-tac del reloj es un sonido real o solo un recuerdo? Podrías estar recordando el sonido del reloj de tu infancia. 4. ¿El aroma del café es real o solo tu nostalgia? Podrías estar oliendo el café de un recuerdo feliz.
Al dudar, te das cuenta de que nada es absolutamente cierto en este momento…incluso tu propia existencia en esa habitación. ¿Te hace reflexionar esta situación hipotética sobre la naturaleza de la realidad?
Ricardo: Me parece súper interesante todo lo que me has enseñado el día de hoy. Gracias por tu tiempo. Te mando un caluroso apretón de manos.
Chatbot: El placer ha sido mío, amigo mío. Me alegra haber podido compartir conocimientos contigo sobre Descartes y la duda metódica. Un caluroso apretón de manos también para ti, lleno de gratitud por tu disposición a aprender y explorar la filosofía.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
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