Matamoros, Tamaulipas. – La noche de ayer viernes llegaron a Matamoros los primeros deportados, alrededor de 200 mexicanos, entre hombres y mujeres, al Centro de Atención que se habilitó en esta ciudad, bajo un fuerte operativo encabezado por la Secretaría de Marina.

En un autobús, así como también en unidades del Instituto Nacional de Migración (INM), los connacionales fueron ingresados al albergue temporal que del gobierno federal y en el que intervienen las administraciones estatal y municipal.

Luego de que las autoridades se organizaron, las personas descendieron de los vehículos para reunirse en un costado del sitio que desde hace más de un mes se comenzó a erigir.

“En México son libres, no están detenidos, pero no queremos que salgan”, les dijo un integrante de del refugio.

Se les informó que se les brindaría almuerzo a partir de las 7:00 de la mañana y a mediodía se les proporcionaría la comida y horas más tarde la cena.

También se les mencionó que les daría informes sobre los programas federales a los que pudieran apegarse a su llegada al país.

PRIMORDIAL, NO SALIR

Las autoridades insistieron a los deportados que se resguardaran en todo momento en el lugar para evitar exponerse a un hecho relacionado con la inseguridad.

“Matamoros no es una ciudad segura, es primordial que se mantengan aquí”, les aconsejaron.

Tras las explicaciones, los mexicanos pasaron a los espacios para descansar y mañana empezar la rutina, antes de su partida.

Una hora después llegó otro autobús con más deportados, escoltados por la Guardia Nacional y la Secretaría de Marina, sumando alrededor de 200 personas.

LOS VIGILAN

De acuerdo a las autoridades, los deportados estarán algunos días en la localidad y después serán retornados a sus lugares de origen.

Se estima que por día sean expulsados 200 connacionales, mismos que serán canalizados hacia el estadio antiguo que se preparó para contener el fenómeno social.

El gobierno federal dispuso recursos para eludir una crisis tras el endurecimiento de las políticas migratorias del gobierno estadounidense de Donald Trump.

oal