Las deportaciones son el asunto que por ahora más preocupa y del que se ocupan el Gobierno federal y los gobernadores de las entidades federativas fronterizas del norte de México, pues en la expulsión de (+/-) 12 millones de inmigrantes, proyectada por Donald John Trump, aparecen alrededor de 5 millones de compatriotas.

A la fecha, han sido repatriadas poco más de 4 mil personas, al través de aviones militares estadounidenses, como lo afirma Claudia Sheinbaum Pardo. Pero también por tierra han ingresado al país centenas desde el día 20 que nos antecede, cuando hubo cambio de presidente en la Unión Americana.

Acerca de estas deportaciones, Claudia Sheinbaum Pardo acepta que han sido cuatro aviones con deportados los que han aterrizado en México, desmintiendo así la versión de que México se había negado a recibir uno --como antes lo hiciera la portavoz del Departamento de Estado de los EU, Tammy Bruce--, tras la falsa información de un funcionario mexicano y otro yanqui.

Lo cierto es que cotidianamente son deportados vía terrestre otros cientos de indocumentados latinos, pero son quienes estaban recluidos en centros de confinamiento migratorio, esperando su expulsión.

Este proceso generalmente comienza con un arresto por la policía local o federal, antes de ser transferidos al Servicio de Inmigración y Control de Aduanas --conocido como ICE, por sus siglas en inglés--, y el migrante detenido puede permanecer en un centro de confinamiento hasta el juicio en una corte migratoria o hasta que sea expulsado, según le sea aplicada la legislación estadounidense.

Por cierto, más de la mitad de los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos residen en California, en mayor número; y en Texas, donde se estima una población de casi el 20 por ciento de los mexicanos indocumentados.

Esto significa que la repatriación terrestre de mexicanos, en lo que toca a territorio tamaulipeco se harían por la frontera sur de Texas, tras ser detenidos en Houston, en Dallas y el área de McAllen-Edinburg-Mission.

Por cierto, el asunto de las deportaciones no ha hecho crisis. Es decir, apenas comienza. Y paulatinamente irá creciendo si Donald insiste en sacar de la Unión Americana a (+/-) 12 millones de migrantes indocumentados.

Gira intensa

En la víspera, el gobernador Américo Villarreal Anaya mostró su solidaridad con los repatriados, al iniciar una extensa gira de trabajo de cuatro días en los municipios tamaulipecos que comparten frontera con los condados de Texas.

Se espera que hable de inversiones y desarrollo para los municipios, así como del apoyo que habrá para los deportados, confirmando su calidad humanista, ya que ha dispuesto que se les reciba con respeto y se les den facilidades en su estancia por esos lares.

El tema de la seguridad aparece también en su agenda, aunque esta vez involucrado a los alcaldes para que no se distraigan y colaboren para que se combatan las causas de este problema social.

El gobernador tiene programado visitar los centros de atención que forman parte de la estrategia efectiva de recepción 'México te abraza', llevándoles esperanza a quienes padecen el infortunio.

Durante su estancia en Matamoros, ayer, presidió la mesa de seguridad con la participación de los alcaldes de Valle Hermoso, San Fernando y Río Bravo, además del munícipe anfitrión; visitó el Centro de Atención para repatriados y entregó patrullas.

Al atardecer, Villarreal Anaya acudió a una sesión solemne de Cabildo con que la que se conmemoró el 199 aniversario de la fundación de la heroica Matamoros.

A poco más de dos años de gobierno, Villarreal Anaya está en la etapa de inaugurar obras realizadas por el Gobierno del estado para el desarrollo y bienestar de los tamaulipecos. Y ese es justamente otro de los motivos de la gira, además de que se reunirá con empresarios para anunciar nuevas inversiones.

En Reynosa, este día, colocará la primera piedra de una nueva planta de fertilizantes, uno de los proyectos estratégicos a los que Américo ha dedicado muchas horas a fin de hacerlo realidad, y también se dará tiempo para convivir con los aficionados al rey de los deportes, con quienes arrancará el proyecto de un nuevo estadio de béisbol.

A la llamada frontera chica también dedicará tiempo el gobernador, pues en Díaz Ordaz se reunirá con los integrantes de la Mesa de Seguridad, donde estarán invitados los alcaldes de Guerrero, Camargo, Miguel Alemán y Mier.

Además, inaugurará más obras.

La gira gubernamental terminará el viernes, en Nuevo Laredo, con una visita al refugio temporal para repatriados, importantes encuentros con inversionistas y la entrega de más proyectos concluidos.

Con lo anterior, Villarreal Anaya dejará constancia de su compromiso inquebrantable con el bienestar de los tamaulipecos y de su solidaridad con los paisanos en desgracia.

Correo: jusam_ggqhotmail.com  

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.