Ciudad Victoria, Tamaulipas. - El posible incremento de aranceles impulsado por el gobierno de Donald Trump podría generar un impacto significativo en los mercados de México y Estados Unidos, especialmente en el sector de refacciones automotrices, advirtió el diputado en Tamaulipas Isidro Jesús Vargas Fernández.

“Sí, en aquellas empresas que tienen mercado nacional, es decir, que además de ensamblar y exportar también abastecen el mercado interno, esto puede encarecer los productos, sobre todo en el sector automotriz, y también elevar el costo de las exportaciones y de estos productos en el extranjero", estimó el también presidente de la Comisión de Finanzas, Presupuesto y Deuda Pública del Congreso del Estado. 

Vargas Fernández explicó que las empresas que operan bajo el esquema de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (IMMEX) tendrán un impacto directo debido a los nuevos aranceles. Las compañías que exportan productos, particularmente al mercado estadounidense, enfrentarán mayores costos que podrían repercutir en el precio final de los bienes. 

“Hay que destacar que el mayor consumidor de este mercado está en Estados Unidos. Hay inversiones estadounidenses en el Bajío o en la zona norte de México que ensamblan y exportan coches hacia allá, y esto encarecería estos productos, principalmente en el extranjero", puntualizó. 

El diputado también señaló que, de radicalizarse las políticas arancelarias del gobierno de Trump, las consecuencias podrían ser contradictorias y perjudiciales para el mismo mercado estadounidense. 

“Para mí, es como ponerse un balazo en el pie poner aranceles a compañías exportadoras, concretamente mexicanas", sentenció.

Además, subrayó que estas medidas podrían alterar las cadenas de suministro y los costos para los consumidores finales en Estados Unidos. 

El anuncio ha provocado que empresas relacionadas con la exportación busquen agilizar sus embarques para evitar mayores costos en las aduanas. Este escenario refleja la incertidumbre que persiste entre las compañías manufactureras y ensambladoras que dependen del comercio bilateral entre ambos países. 

El posible aumento en los costos afectará no solo a los exportadores, sino también a los consumidores en ambos lados de la frontera, consolidándose como un desafío tanto para la industria automotriz como para la economía en general.