Ciudad de México.-Nacido en 1937, Flores Marini estudió Arquitectura en la Universidad Nacional Autónoma de México y se especializó en Restauración en la Universidad de Roma. Su carrera profesional estuvo marcada por su compromiso con la protección y puesta en valor del patrimonio histórico, y participó en más de 150 proyectos de conservación y rehabilitación de monumentos históricos.

Flores Marini fue un defensor del patrimonio monumental de México y América Latina, su labor como restaurador y conservacionista dejó una huella duradera en la preservación de la riqueza cultural de nuestra región. Entre sus logros más destacados se encuentran la restauración del Alcázar de Colón en Santo Domingo, República Dominicana, y la revitalización de los centros históricos de Salvador de Bahía, Brasil, y Cartagena de Indias, Colombia. También fue un destacado docente y fundador de la carrera de Restauración de Monumentos en la UNAM.

Además de ser arquitecto restaurador, siempre tuvo interés por temas diversos como la historia y la literatura, su incursión en la escritura se refleja en diez libros sobre arquitectura, historia y conservación del patrimonio monumental, entre los cuales se encuentran Conservación del patrimonio monumental: una biografía arquitectónica (FCE, 2011), Seis años en la conservación del patrimonio cultural (INAH, 2006) y Apuntes sobre arquitectura (INBAL, 1980), así como en los artículos de divulgación e investigación que publicó en diversos medios de comunicación y en revistas académicas a nivel nacional e internacional. También desarrolló una larga carrera en el campo de la docencia como profesor titular de la Facultad de Arquitectura de la UNAM desde 1967, donde fundó la carrera de Restauración de Monumentos. Formó a diversas generaciones en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) y en la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM) del INAH.

Recibió numerosos reconocimientos por su labor, incluyendo el Premio Nacional de Arquitectura y la Medalla Federico Sescosse Lejeune. Su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de arquitectos y conservacionistas.