Hoy es Martes 07 de Enero del 2025


Una pelea en el río

Por: Ricardo Hernández El Día Sabado 04 de Enero del 2025 a las 21:01

La Nota se ha leido 470 veces. 2 en este Día.

 

Dos de los cinco líderes del grupo habían comenzado a medir fuerzas entre ellos. Qué raro era aquello, por lo menos eso me pareció a mí, porque durante buen tiempo, en el salón de clases, se habían llevado como buenos compañeros. Lo demostraron cuando corrimos al maestro de la materia de Física. Ellos se habían encargado de que el profe no entrara a clases.

El maestro era un hombre de baja estatura, aunque Yolanda me dijo hace poco tiempo que no era bajo, sino medio alto. Usaba lentes de esos que nosotros le decíamos “fondo de botella”. Yolanda me siguió contando un poco más de cómo era ese maestro que nos había reprobado a todo el grupo: “También era guapo, Ricardo. Solo que era un poco soberbio; se creía mucho. A mí me parecía un hombre inteligente”.

Los líderes del grupo lo formaban cinco compañeros quienes normalmente hacían equipo para tomar decisiones. Yolanda me ayudó a recordar esos nombres y apodos. “Entre ellos estaban La Chancla, El Diablo, El Cepillo, Ricardo y Remigio”. Yolanda andaba con ellos en cada mitote: “Ricardo, no fui yo la que tomó la decisión de que le cerráramos la puerta al maestro de Física, sino un chavo que era hijo del subdirector. Él era del turno vespertino y nos andaba alborotando a nosotros, los del turno matutino”. Mi amiga continuó su relato: “Yo fui la que le dije a ese sonso, bueno para nada, que nosotros no íbamos a caer en su juego sucio, que nosotros sí queríamos al maestro”.

Por la mañana de un día entre semana, ocurrió lo planeado por unos estudiantes: no permitimos que el maestro entrara a darnos clases, porque nadie le entendía. Los líderes del grupo eran unos jóvenes con una mentalidad muy despierta. A mí me agradaba verlos convivir juntos, eran sociables entre ellos. Por eso, el día en que alguien entró gritando al salón de clases: “¡Se van a pelear!, ¡Se van a pelear!”, no supimos de momento quiénes se iban a pelear en alguna parte.

Una de mis compañeras preguntó: “¿Quiénes se van a pelear y en qué lugar?”. La respuesta nos hizo saltar del banco y correr hacia el río. “¡La Chancla con El Diablo!”, escuchamos que dijeron.

Todos los que estábamos en el salón esperando la próxima clase, nos apresuramos hacia el río en el cual, desde lejos, apenas se podía ver que fluía una raya de agua. Las piedras que se veían a un lado de la raya de agua eran de diferentes tamaños. Arriba, en la superficie, circulaban los automóviles sobre el pavimento.

Cuando varios estudiantes llegamos al río, alcanzamos a ver cómo La Chancla, con el puño cerrado, le asestó un fuerte golpe a El Diablo. Este cayó fulminado sobre las piedras, pero en su intento por levantarse, La Chancla volvió a darle otro duro golpe en el rostro a su compañero de clases, ocasionándole que le saliera sangre por la nariz.

Abajo, en el río, entre la escasa vegetación, ante un río en el que más se apreciaban las piedras que el agua, había un escenario espantoso. Ricardo intervino a tiempo para detener en el aire el brazo fuerte y venoso de su compañero: “¡Ya párenle!, ¡Ya estuvo bien!”. El Diablo, con su cuerpo ya débil por los golpes recibidos, apenas pudo levantarse de entre las piedras. Ricardo levantó la vista y preguntó a los que estábamos de mirones en la parte de arriba: “¿Alguien de ustedes trae un pañuelo o un trapo?”.

Desde arriba arrojaron un pañuelo hecho bola: “¡Ahí va!”, dijeron. Ricardo recogió el pañuelo del suelo, enseguida le dijo a El Diablo: “Ten; límpiate la cara”.

“¡Vámonos!”, dijo Ricardo a sus compañeros, “¡Aquí no ha pasado nada!”. Remigio intervino: “Nada de rencores, Diablo, ¿ok? Dense la mano y vámonos”.

Yolanda había preferido no bajarse a desapartarlos, tuvo miedo de recibir un fuerte golpe. Ella me dijo: “¡Vamos, Ricardo! ¡Apresúrate! Esto lo van a saber en la dirección y nos pueden mandar a llamar a nosotros también. ¡Córrele!”.

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.

DONA AHORA

Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ


DEJA UN COMENTARIO

HoyTamaulipas.net Derechos Reservados 2016
Tel: (834) 688-5326 y (834) 454-5577
Desde Estados Unidos marque: 01152 (834) 688-5326 y 01152 (834) 454-5577