Ciudad Victoria como reflejo del rezago en el servicio público de Tamaulipas
El concepto de servicio público tiene raíces profundas tanto en la etimología como en la historia política. Servitium, del latín, alude a la "condición de servidumbre" o el "acto de servir", mientras que publicus significa "relativo al pueblo". En esencia, el servicio público implica una vocación de servicio al bien común, no a intereses privados ni agendas personales. Este principio fundamental debería ser el motor de la administración pública, pero en Ciudad Victoria, Tamaulipas esta definición parece haberse perdido.
Históricamente, los sistemas administrativos más exitosos —desde el Imperio Romano hasta la China imperial— se construyeron sobre la meritocracia. Los funcionarios eran seleccionados y formados para servir al Estado con eficiencia y conocimiento, entendiendo que su labor impactaba directamente la cohesión social y el bienestar colectivo. Incluso Nicolás Maquiavelo, en El Príncipe, enfatizó que el éxito de un gobernante radica en su capacidad de anteponer las necesidades del Estado a las ambiciones personales. Aunque sus ideas suelen verse como pragmáticas e incluso cínicas, reflejan una verdad ineludible: gobernar requiere preparación, estrategia y virtud.
En Ciudad Victoria, sin embargo, enfrentamos una realidad distinta. Por décadas, el servicio público ha sido tomado como botín político, donde la improvisación, el compadrazgo y la falta de profesionalización han erosionado la confianza ciudadana. Los cargos se otorgan no por mérito, sino por conveniencia, perpetuando un sistema ineficiente que deja a la sociedad sin respuestas frente a problemas como la inseguridad, el subdesarrollo económico y rural sumándole la precariedad de servicios básicos.
Si bien esta problemática no es exclusiva de nuestra ciudad, en Victoria se siente con mayor intensidad debido a su posición estratégica y su potencial económico desaprovechado. La falta de servidores públicos capacitados, comprometidos y con visión limita la capacidad de nuestras instituciones para enfrentar los retos del presente y planificar un futuro sostenible.
El camino hacia el cambio: aprender del pasado, actuar en el presente
Es imperativo retomar la esencia del servicio público como un compromiso con la colectividad. Esto exige implementar sistemas meritocráticos, eliminar redes clientelares y fortalecer los mecanismos de evaluación y rendición de cuentas. No se trata solo de una exigencia moral, sino de una necesidad práctica para garantizar el desarrollo de la Capital de Tamaulipas.
La historia nos brinda lecciones claras: si los imperios del pasado lograron mantener estabilidad y progreso en territorios vastos y diversos mediante servidores capacitados, no hay excusa para que en Ciudad Victoria, con sus recursos y su potencial humano, no pueda hacer lo mismo. Necesitamos un modelo de administración pública que combine ética y habilidad, donde los funcionarios actúen con el conocimiento de que su labor tiene un impacto directo en la vida de cada victorense.
Un llamado urgente a la acción
Ciudad Victoria no puede seguir siendo víctima de la incompetencia disfrazada de buenas intenciones. Exigimos servidores públicos que honren el significado original de su labor, que trabajen con preparación y ética, y que comprendan que el poder no es un privilegio personal, sino una herramienta para transformar realidades. Pero este cambio no puede provenir solo de los líderes; también requiere una sociedad activa que supervise, proponga y participe en la construcción de la ciudad Victoria que todos merecemos.
La profesionalización del servicio público no es un lujo ni una promesa vacía; es una deuda histórica y una obligación ineludible. En una ciudad con tanto potencial como Victoria, no hay espacio para la mediocridad. Es hora de cumplir con este compromiso y sentar las bases de un gobierno que verdaderamente sirva al pueblo.
Rola del día: “Gimme Tha Power” de Molotov https://www.youtube.com/watch?v=mDOIv-I58AQ
Jorge Alejandro Torres Garza
Es internacionalista con una maestría en Ciencia Política y Administración Pública por la Universidad Autónoma de Tamaulipas. Durante su carrera realizó un intercambio en España y ha trabajado en los tres niveles de gobierno tanto en México como en Estados Unidos, incluyendo en un consulado de México en la zona de Los Ángeles, California. También ha participado en campañas políticas en México, colaborando con candidatos a alcaldes, diputados locales y gobernadores, así como en la campaña del senador de la República y precandidato presidencial del Partido Demócrata, Bernie Sanders, en Estados Unidos.
Recibió el reconocimiento "30 Under 30 Award" por la Asambleísta Eloise Gómez Reyes del Congreso del estado de California, un galardón que distingue a jóvenes líderes menores de 30 años por su dedicación, innovación y servicio a la comunidad.
Su pasión por el bienestar y la transformación social lo llevó a fundar Vibra/TAM, una asociación civil que promueve la salud mental de jóvenes a través de la música y las artes. Actualmente, brinda consultoría en desarrollo económico, turismo y salud mental, integrando enfoques holísticos y sostenibles.
Es amante de la música, disfrutando géneros como el rock clásico, jazz, electrónica, folk e indie. También es un practicante comprometido de yoga, meditación y senderismo, actividades que inspiran su conexión con la naturaleza y el bienestar integral.
Correo electrónico: jatorresgarza@gmail.com
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