Ciudad Victoria, Tamaulipas.- El subsecretario de los Centros de Ejecución de Sanciones (CEDES), Juan Antonio Sánchez Ruiz, aseguró que los programas de reinserción social en Tamaulipas, está permitiendo que la población penitenciaria se mantenga ocupada realizando alguna actividad productiva, por lo que destacó, el entorno que se vive al interior de los penales es de tranquilidad.

“Las riñas, los motines o enfrentamientos entre los internos quedaron atrás, porque el ambiente que impera actualmente en los cinco CEDES es de tranquilidad, la mayor parte de la población penitenciaria se mantiene ocupada realizando alguna actividad productiva”.

El funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública, explicó que si bien aproximadamente 400 internos tienen un oficio en lo particular, el resto de la población penitenciaria realiza ejercicios, estudia preparatoria o secundaria, asisten a talleres de lectura o practican cualquier deporte, sobre todo fútbol.

“Mantenerlos ocupados, realizando alguna actividad,ha permitido que el entorno que se vive al interior de los CEDES esté más relajado y tranquilo, las complejidades que se vivían anteriormente, riñas, motines o enfrentamientos quedaron atrás”, puntualizó.

Explicó que también tiene mucho que ver, el hecho de que no existe una sobrepoblación de reos.

“Hay quienes ejercen la carpintería, elaboran producto de madera que siempre están en exposición, cuyo ingreso económico por la venta de los muebles, se entrega a la familia de los internos o bien, cuando no es así, al interno, tratándose de cantidades menores a los dos mil pesos”.

Refirió que además de carpinteros, también hay internos que ejercen otros oficios o ayudan en la panadería, en la tortillería, elaborando block, es decir, todo mundo está haciendo algo, se mantiene ocupado y eso ayuda a mantener un entorno de tranquilidad en los penales de Tamaulipas.

Sánchez Ruiz, consideró difícil que haya algún amotinamiento o riña al interior de algunos de los cinco CEDES, tomándose en cuenta que el entorno que se vive es diferente, en el que cada quien se dedica a realizar una actividad que lo mantiene ocupado, alejado de situaciones que pudieran surgir al estar privados de su libertad.

“Sus familiares los visitan, conviven, dialogan, y eso es un aliciente para el interno, toda vez que no se sienten abandonados y contrario a ello, buscan dedicarse a alguna actividad para en la medida de sus posibilidades, ayudar en la economía de sus familias”, destacó el subsecretario de los CEDES.

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