Nuevo Laredo, Tamaulipas.— Macabro hallazgo realizó una mujer de la colonia Hidalgo en Nuevo Laredo, pues al ir a buscar a su vecino e inquilino, un hombre de 65 años, lo encontró muerto en su domicilio ubicado en la calle Victoria 4209.

El hallazgo se registró tras un nauseabundo olor fétido que emanaba de la vivienda, alertando a los residentes de la zona.

De acuerdo con el reporte de la Policía Investigadora, Miguel, de 65 años, vivía solitario y era un individuo enigmático, del que poco se sabía.

Los vecinos lo conocían como un franelero que trabajaba en los estacionamientos cercanos, originario de Michoacán. Sin embargo, Miguel era un libro cerrado, y no compartía detalles de su vida personal.

Según la vecina que le alquilaba el cuarto a Miguel, él sufría de un cáncer de próstata en etapa terminal, pero se negaba rotundamente a recibir atención médica.

Los vecinos, conmovidos por su situación, se turnaban para llevarle comida, pero hacía días que no lo veían salir de su casa.

Preocupados por la ausencia de Miguel, los vecinos decidieron tocar a su puerta, pero no obtuvieron respuesta. Ante la persistente pestilencia, se vieron obligados a abrir la puerta, descubriendo una escena macabra: el cuerpo de Miguel yacía inerte en el interior, en estado de descomposición.

Las autoridades investigan las causas de la muerte, aunque se presume que se debió a causas naturales relacionadas con su enfermedad.

El cuerpo fue trasladado a la funeraria para la autopsia correspondiente.