Dicen algunas personas que no es recomendable voltear al pasado, que el hoy es el día más importante, incluso, que el mañana no existe. Puede ser, aunque considero que cada uno de nosotros tiene la completa libertad de hacer con su vida lo que quiera, de tal manera que si deseo traer a mi mente hechos que sucedieron en el pasado con el propósito de encontrar posibles respuestas, ¿qué de malo puede haber en eso?

No hace mucho tiempo lo intenté, lo tomé como un ejercicio de reflexión. La idea no era recordar los momentos que me hicieron felices, sino más bien entrar a una parte de la conciencia o de la mente para ver las películas del pasado, o sea: los errores cometidos, que de alguna manera se quedaron ahí, en un espacio dentro del cerebro, como imágenes capturadas por la cámara fotográfica de nuestros ojos.

Ahí podrían estar todas esas imágenes del pasado, en algún rinconcito de la mente.

Hasta cierto punto se podría pensar que de nada serviría llorar o lamentarse sobre un hecho que ocurrió hace varios años, tal vez alguien esté de acuerdo con ello. En cambio, si se ve desde otro punto de vista, de la reflexión, no de la meditación, sino de la reflexión para hacer conciencia de lo que ocasionamos, considero que se puede rescatar algo bueno.

En mi caso particular, tomé la decisión de meterme hasta las profundidades de la mente, a lo mejor exagero al decirlo, lo que sí no exagero es mi atrevimiento para ir en busca de ciertos hechos del pasado. Hasta eso, nuestra mente es increíble, porque relaciona imágenes con hechos o experiencias vividas.

Por ejemplo, en cierta ocasión mientras estaba viendo unas imágenes por Facebook, una de esas imágenes se quedó grabada en mi mente. Por la noche, cuando estaba aparentemente dormido, con el cuerpo relajado, me sentí que estaba viendo en vivo la escena de un hecho que sucedió en el pasado; es decir, una discusión que tuve hace varios años mi mente la sacó de donde estaba archivada y me la mostró como si estuviera viendo una película, ¡increíble!

Cuando abrí los ojos recordé perfectamente lo que había visto. La pregunta que me hice fue: ¿por qué mi mente me mostró en vivo una discusión del pasado? Tardé tiempo para encontrar la respuesta, aunque mientras la encontraba le hablé por teléfono a la persona con quien había sostenido esa discusión hace diez años.

A esa persona le sorprendió que le haya hablado especialmente para ofrecerle disculpas, me dijo: “Eso pasó hace muchos años, Ricardo; nunca pensé que lo fueras a acordar. Por mi parte, no te guardo rencor; estás disculpado”.

¿Qué fue lo que motivó a mi mente que una experiencia del pasado la pudiera ver como una película estando aparentemente dormido?

No hace mucho tiempo estuve viendo algunos videos sobre neurociencia, si mal no recuerdo se decía que la mente relaciona situaciones y las conecta. Por ejemplo, cuando estamos hablando con una persona en un café y se habla de gatos, por decir algo, la mente saca una experiencia relacionada con gatos y como si fuera un expediente te la muestra para que uno pueda hablar sobre los gatos. Eso quiere decir que la mente va relacionando imágenes de acuerdo con lo que estamos conversando.

De ahí puedo inferir que fue una de las imágenes que vi en Facebook la que detonó que en mi mente se proyectara en vivo la película que sucedió hace varios años; por supuesto que es difícil que siempre sea de esta manera, por lo general la mente relaciona en sueños imágenes que vimos durante el día, aunque no los tomemos muy en serio.  

En este caso, pudo haber pasado que mi mente me hubiera engañado, que lo que vi solo fuera un sueño; aunque no fue así, porque el video que mi mente me hizo ver se lo platiqué a la persona con quien tuve la discusión, le expliqué con detalles de cómo sucedieron las cosas. La persona me dijo que todo había sucedido tal y como se lo expuse.

Ahora, mi pregunta es la siguiente: ¿podemos dar por hecho que recordar experiencias del pasado, aunque nos lastimen, no es recomendable? Respeto la opinión de cada quién. Puedo decir sin temor a equivocarme, que el hecho de haber recordado experiencias que me hicieron sentir mal al traerlas a mi mente, gracias a esos ejercicios mentales le encontré sentido a mi vida para entender mi tiempo en presente.    

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.