En un noticiero de tv el conductor pide al reportero que pregunte a las personas sobre el motivo de festejo cívico (20 de noviembre) y, si dicen que el día de la revolución mexicana, que les cuestione, les pregunte, sobre lo que saben de ella. Las respuestas, sin la menor duda, dejan mucho que desear y es así porque, imaginen, fue en 1910, hace más de un siglo y ya es historia. Incluso, desde hace tiempo, se han preguntado si ya murió la revolución: hoy en día, se tiene que decir que si, que murió para ser suplida por la 4T.

La visión política, estrategia y hasta ideológica, fue establecer que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador fue una revolución más; la identifican como la 4 Transformación, considerando que antes hubo tres más: el movimiento de independencia, el de las leyes de reforma y, desde luego, lo que ha sido considerada como una revolución social, la de 1910. Misma que dio lugar a un gobierno que permaneció más de 80 años en el poder… en el caso de la 4T, ya Adán Augusto López sentencio que serán mínimo unos 50 años.

NATURALEZA.

El concepto de revolución tiene una explicación específica, quizá por eso AMLO le llamó transformación. Los ideólogos han establecido que hay una diferencia entre rebelión, asonada y revolución; las primeras dos, hagan de cuenta, son esporádicas y por lo regular responden a intereses personales, en la época posrevolucionaria, era de generales descontentos con las migajas de poder que les daban. No implican, la rebelión ni la asonada militar, un cambio de régimen o de gobierno, por lo regular solo de personas e intereses.

La revolución, en cambio, se considera que nace con una idea, la de cambiar una forma de gobierno, las estructuras de poder. Por otra parte, una revolución por lo regular se hace a través de las armas, es decir, es violenta. Conocemos, a lo largo de la historia, la revolución francesa, la revolución mexicana y la rusa, entre otras. En el caso de la mexicana destruyo al régimen porfirista, considerada una dictadura, que duro 30 años en el poder. La historia registra que en Chile Salvador Allende conquisto el poder por la vía pacífica, sin revolución, pero luego le hicieron un golpe de Estado.

DICTADURA PERFECTA.

La revolución de 1910 se dio una Constitución en 1917, y luego ante las rebeliones, las asonadas militares, digamos los pleitos entre los generales por el poder, que se aniquilaban, fue como nació lo que hoy conocemos como el PRI. Originalmente fue el Partido Nacional Revolucionario, que fue una fórmula para repartirse el poder y no autodestruirse; que luego se transformó en Partido de la Revolución Mexicana, cambio orquestado por Lázaro Cárdenas para institucionalizar sus ideas políticas. Al final, como una contrarrevolución partidista, se transformó en Partido Revolucionario Institucional.

Fue una dictadura perfecta, o una monarquía sexenal hereditaria, porque el presidente de la republica era omnipotente, poderoso, nadie le daba las contras, podía hacer lo que quería, dominaba al poder legislativo como al judicial. El PRI, nació del poder y el día que lo perdieron, hagan de cuenta, se escribió su epitafio, puesto que hoy en día, ya ni los recuerdos quedan. Esta convertido en una franquicia de un político corrupto. La corrupción y la impunidad fueron, digamos, sus sellos característicos al final y eso provoco que perdieran el favor de los electores.

EL PODER POR EL PODER.

Ya nadie duda que AMLO es un verdadero estratega político: fue capaz de destruir un sistema de gobierno, destruir sus instituciones, eliminar los contrapesos, y darle vida a una nueva forma de gobierno, que requiere de los pobres (como lo hizo el PRI en su tiempo) para mantenerse en el poder. Aunque no se quiera, ya para este momento hay quienes piensa que ya estamos viviendo un Maximato, puesto que ya se hizo notorio que la presidenta no tiene, vamos pues, en sus manos las riendas del poder.

Efectivamente, es poco tiempo para evaluar, al nuevo gobierno, ni saber si podrá construir el segundo piso de la 4T, pero es evidente que la tarea no es fácil: AMLO construyo los cimientos de la 4T a costa de sacrificar la economía, de dirigir sus acciones gubernamentales a tareas específicas, y hoy su sucesora, hagan de cuenta que tiene que empezar de menos cero: reconstruir la economía, lograr que el país no se le vaya de las manos, ahí es donde la científica tiene que demostrar que puede superar al maestro… si no es así, pueden ser menos de 50 años los que gobiernen.

Melitón Guevara Castillo

Licenciado en Administración Pública (UAT),  Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).

Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).

Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.  

Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.