Análisis de mis apuntes
Dos señores mayores de ochenta años han preferido el formato tamaño carta para sus libros, en cambio el resto de ellas (ocho personas entre mujeres y hombres) cuyas edades están entre 70 y 60 años, han elegido el formato media carta. Una de las razones que podemos mencionar se debe a que los señores de ochenta años se sienten más cómodos al leer un tamaño de letra más grande que la 12, es decir, 14, 15 o 16; pueden ver mejor las letras.
Por otro lado, han preferido que las imágenes se vean claras y grandes, de tal manera que no batallen para distinguir quién es la persona que se encuentra en determinada página.
Los señores mayores de 80 años han coincidido también en pensar que el libro no tan solo lo leerán ellos, sino también otras personas que anden en la misma edad.
¿Se dan cuenta?
Desde que empecé a realizar las primeras pruebas con mis propios libros –les he llamado desde entonces mis libros de prueba– me adapté fácilmente al tamaño media carta, de ahí no quise salir hasta que tuve la oportunidad de trabajar un proyecto de libro con un ingeniero quien me sugirió que no se redactara el documento en media carta, sino en tamaño carta.
Los márgenes que había trabajado en media carta eran de 2 cm, excepto el margen izquierdo que era de 1.5 cm. La pregunta era ¿qué márgenes deberían llevar en formato tamaño carta?
Una de las razones por las cuales se ajustan los márgenes se debe a la cantidad de palabras por renglón, entre más grandes sean los márgenes, menor será la cantidad de caracteres por línea. En cambio, si en lugar de poner un margen de 3 centímetros por los lados, los pongo de 1.5 cm, claro que habrá más espacio para escribir en el renglón.
Otra de las justificaciones que tuve para configurar los márgenes a 2 cm en el libro del ingeniero, se debió a que los capítulos no iban a ser muy extensos, sino breves, aparte llevarían imágenes. Si ponía a 3 centímetros los márgenes, lo más seguro es que se iba a notar mucho espacio en blanco por los lados de la hoja ya impresa. A 2 centímetros me pareció buena idea. Incluso, cuando mandamos a imprimir los primeros dos borradores al ingeniero le dio mucho gusto ver que las páginas habían salido perfectamente como lo pensamos.
Otra observación que he hecho es que estos dos señores de ochenta años son más concretos, no les gusta “el rollo”, el exceso de palabras; se van al grano con lo que quieren decir. Por eso, no es casualidad que me hayan dicho alguna vez: “No importa cuántas páginas salgan del libro, Ricardo, así sean 100 páginas o 50, lo que importa es que quede bien expresado lo que tengo que decir”.
Noto una diferencia en cuánto a este punto, porque es verdad, una persona entre los 60 o de menor edad, han preferido los detalles en lo que describen, emplean los adjetivos con el propósito de embellecer las palabras: un jardín bello, tenía ojos de miel, una casa grande.
Los señores que rebasan los ochenta años no emplean mucho los adjetivos, me estoy refiriendo los casos particulares con los que he tenido la oportunidad de trabajar. Por eso he dicho que son concretos en lo que expresan.
Es cuestión de gustos, estilos y formas de pensar de cada quien, a todas esas personas las respeto y las admiro porque se han animado a escribir su interesante historia de vida.
Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista
Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.
Para que HOYTamaulipas siga ofreciendo información gratuita, te necesitamos. Te elegimos a TI. Contribuye con nosotros. DA CLIC AQUÍ