Aunque Claudia Sheinbaum Pardo aún se niega a aceptar que la economía de México podría enfrentar una de las peores crisis de su historia --una vez instalado Donald John Trump en la Casa Blanca, nuevamente--, lo cierto es que el peso sufrió una nueva caída frente al dólar, tras anunciarse el triunfo del candidato republicano.

Que no trate de tapar el sol con un dedo, sobre todo al estimar que los cerca de 130 millones de mexicanos estamos en recuperación económica, pues para nadie pasan desapercibidas las amenazas que contra México ha externado el empresario-político yanqui que tanto nos desprecia.

Inclusive, hay analistas que advierten que, si el año próximo aún no se revierte la tendencia negativa –cuando Trump tome las riendas de la Unión Americana--, nuestro país caería en un colapso de pronóstico reservado, lo que derivaría a tomar otras medidas para así tratar de mantener ‘el barco a flote’, como serían una drástica devaluación del peso; vender (todavía más) empresas (propiedad del Estado) a la usura internacional; y/o contratar otro empréstito, para reactivar el endeudamiento público.

De otra forma, advierten expertos que trabajan como investigadores en algunas de las instituciones más destacadas del país, las finanzas de México continuarán en picada y el actual régimen presidencial (como los últimos seis que lo antecedieron), prácticamente, estaría destinado igual al fracaso.

Hasta el grado, inclusive, de querer ‘protegerse’ acatado una decisión arbitraria de Trump --de seguir fincando con recursos de los mexicanos la construcción del muro de la ignominia--, para según él evitar que los latinos sigan adentrándose a su país por ser ‘traficantes, violadores y/o terroristas’, cuando en realidad suman millones los gringos que más vicios tienen, más violencia causan (dentro y fuera de los Estados Unidos), y ultrajan con todo descaro a otras naciones por su política intervencionista.

Esta embarazosa situación económica que padece México, en buena parte es consecuencia de la crisis mundial, cierto, pero igual han contribuido al quebranto: 1) el excesivo poder burocrático; 2) la inversión especulativa; 3) el gasto desorbitado de nuestros gobernantes; y, también: 4) el pillaje de algunos funcionarios públicos, que en las últimas cuatro décadas han devaluado el peso en múltiples ocasiones –directamente o disfrazándolo con el deslizamiento frente a otras monedas más fuertes como el dólar y el euro--, convirtiendo así el circulante en una divisa poco atractiva, para el mercado mundial.

De ahí cobra capital importancia una sentencia del filósofo inglés John Edward Emerich Dalkberg Acton --conocido como Lord Acton--, que reza: ‘Todo el poder corrompe, pero el poder absoluto corrompe absolutamente’.

En efecto, en México los programas económicos del Gobierno Federal, desde hace décadas, han fracasado, a pesar de tantos planes y estrategias sexenales; y han fracasado porque los servidores públicos han hecho con la riqueza nacional los que se les ha dado su regalada gana; porque han gastado ofensivas cantidades de dinero en los procesos electorales, en los viajes presidenciales, en su promoción mediática y hasta en sostener a las empresas fantasmas o, en el mejor de los casos, improductivas --insignias, han dado en llamarlas--, en lugar de atender su dicho de estadistas.

Claro ejemplo, es que nos dicen que el petróleo es nuestro, cuando el llamado oro negro solamente ha enriquecido a un puñado de vivales.

Y todo ese saqueo, obviamente, lo han cubierto elevando impuestos, contratando deudas (interna y externa), fabricando más dinero sin valor, o, de plano, provocando inflación y devaluaciones.

Por ello la economía del país ha fracasado sexenio tras sexenio aun cuando a tal deterioro también contribuya el hecho de que los burócratas ostenten mucho poder y en sus manos tengan el manejo presupuestal.

Tan sólo en las últimas siete administraciones presidenciales donde se incluye la del momento, se han implementado diversos programas económicos, pero estos no han funcionado quizá por falta de continuidad o tal vez porque no ha existido voluntad para apostarle a un fortalecimiento sostenido y sustentable en la materia.

Ante este negro panorama, poco podría hacer la autoridad federal ante Trump, quien realmente es una seria amenaza para México.

Universidad

Dámaso Leonardo Anaya Alvarado, rector de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), durante su gestión ha privilegiado el desarrollo como la capacitación de los alumnos y docentes, inmersas en el humanismo, lo que le ha valido ser reconocido como uno de los rectores más valiosos del país.

En la víspera, reafirmó su propósito de fomentar en los estudiantes del alma mater las herramientas necesarias para convertirlos en agentes de cambio en la sociedad; y que asuman el compromiso de ser líderes con un profundo sentido humanista, capaces de transformar su vida y el entorno.

Ante cientos de estudiantes en el Campus Victoria, Anaya Alvarado puso en marcha el primer taller de liderazgo juvenil ‘Rompiendo barreras: humanismo transformador UAT’, expresando que el evento, precisamente, es una de esas herramientas con las cuales se pretende que los jóvenes exploren, descubran y potencialicen sus talentos.

Gobierno

En la ruta de una Salud Integral, Tamaulipas está presente, andándola y atendiendo a la sociedad.

Con esto, el gobernador Américo Villarreal Anaya demuestra que está comprometido con la salud pública y pone de manifiesto una visión estratégica que capitaliza el contexto actual en favor de los tamaulipecos.

Con la puesta en marcha de la campaña de vacunación invernal, el gobernador no solo garantiza una cobertura gratuita, sino que subraya un principio básico: la salud es un derecho y, como tal, debe llegar a todos.

Lo que hace que este esfuerzo destaque, es la coordinación directa con la presidenta Claudia Sheinbaum, quien ha impulsado una estrategia de salud casa por casa.

Al sumarse a esta iniciativa nacional, Tamaulipas no solo fortalece sus propios servicios, sino que establece una sinergia en la que el gobierno estatal y federal trabajan en conjunto, alineando objetivos y redoblando esfuerzos en un momento histórico en que la salud pública se define como un eje central de la justicia social.

Correo: jusam_gg@hotmail.com

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.