Discurso y realidad
Vivimos una etapa en donde la información esta, como quien dice, a la vuelta de la esquina. Los medios de comunicación, los llamados tradicionales, como el periódico, la radio y la televisión, han quedado muy atrás; han sido rebasados por los efectos de la tecnología, tan simple que hoy las redes sociales nos comparten más y más información y, de pronto, ya no sabemos cuál es la realidad. Por eso, una y otra vez, AMLO nos endilgo su expresión de que “yo tengo otros datos”. En algunos casos mintió descaradamente, pero el pueblo sabio, todo lo perdono.
Sin embargo, no podemos soslayar que hoy en día, hay no dos ni tres, hay muchas realidades. Las redes sociales, que están en los celulares, se han convertidos en proveedores de información; hacen visible, mil cosas, una que ni siquiera sabíamos que existían. Nos enteramos de mil cosas, unas ciertas, otras no tanto o, como ya es frecuente, nos enteramos tarde o temprano que es una noticia falsa. Pero ahí están, y construyen realidades mediáticas que no corresponden a la realidad.
LA VIOLENCIA.
Cuando realicé una investigación sobre la agenda pública, la que nos ofrecen los medios de comunicación, encontré que en una y otra época las realidades son diferentes, o son contrarias, por una simple razón: se visibilizan los hechos. El tema fueron los crímenes: hagan de cuenta que, en determinada ciudad, determinada época, en una hubo muchos crímenes, mucha violencia, pero como no se visibilizaba, entonces la sensación de seguridad era fuerte; en otra época, misma ciudad, las estadísticas muestran que hay menos crímenes, pero como se difunden los que hay, la sensación de inseguridad es alta, pese a que hay menos violencia.
¿Qué está pasando en nuestro México? El gobierno, primero con AMLO y ahora con Sheinbaum, nos muestra estadísticas de que hay menos crímenes, menos desaparecidos. La sensación, sin embargo, es que la violencia está por todos lados: nos enteramos de lo que sucede en Sinaloa; de los hechos violentos, balaceras y muertos en Guanajuato, en Chiapas, en Guerrero y nos da la impresión de que estamos, México pues, al borde de una crisis de seguridad. Y llegamos a preguntarnos: ¿Cuándo habrá paz social en el país? ¿Algún día los grupos del CO van a desaparecer?
EL TEMA DE LA MAYORIA.
En política desde el sexenio pasado, una y otra vez se repitió: el triunfo electoral de MORENA ha sido un mandato del pueblo. Incluso ahora, con la elección reciente, los datos no cuadran en términos de representatividad: nadie duda que hace seis años gano AMLO la presidencia de la República, ni que Claudia Sheinbaum gano en el 2024, ni que ambos triunfaron con muchos votos. Pero, efectivamente, ganaron porque obtuvieron más votos. Sin embargo, el padrón electoral, se compone por 98 millones de mexicanos.
Al hacer el desglose, resulta que por Claudia votaron en promedio 36 millones; por Xóchilt 16, 500 y por Jorge Álvarez Máynez 6,700. En principio hay 23 millones de mexicanos que votaron, pero no lo hicieron por Claudia… pero, además, hay un dato interesante: en promedio 37 millones de mexicanos, más de los que votaron por Claudia, no votaron, se negaron a participar y darle su confianza a uno de los tres candidatos… Efectivamente 36 millones de mexicanos decidieron que la Presidenta sea Claudia; pero de eso, a decir, que decidieron los cambios constitucionales: recordemos que la mayoría calificada la obtienen de manera artificial… haya sido como haya sido, dijo AMLO, porque el bien es mayor.
LAS FINANZAS.
Hace tiempo Tito Reséndez fue presidente municipal y un día, al estar reunido con varios periodistas, alguien le preguntó sobre las finanzas municipales y de inmediato dio una respuesta que pareció lógica: el municipio es como una familia, hay ingresos y hay gastos, y en ese contexto, un padre de familia bien lo sabe, no puede gastar más de lo que gana y si pide un crédito tiene que disponer de la posibilidad de que pueda pagarlo. Remató: es lo mismo que sucede con el municipio, tiene ingresos y tiene gastos… y a veces se piden préstamos para salir adelante, pero se tienen que pagar, es decir, hay que ajustar programas, personal, etc.
Creo que es buena medida la pensión del adulto mayor, como algunos programas sociales. La cuestión es que, si no hay ingresos, tarde o temprano el dinero no va a alcanzar para todo. Por eso la preocupación de algunos, de que pueda darse una crisis económica: en lo personal, ya viví la de Miguel de la Madrid y la de Ernesto Zedillo. Mientras la inversión no se incremente, mientras no haya más ingresos fiscales, el único camino es la deuda pública: con AMLO creció, pero su discurso siempre fue que no, no había pedido préstamos. Los datos, los otros, los desmienten.
8 MILLONES.
AMLO anunció antes de irse que durante su sexenio se redujo la pobreza: que 8 millones de mexicanos dejaron de ser pobres. Ojalá y que sea cierto; si Claudia continúa con igual ritmo, para el 30 puede haber 8 ocho millones de mexicanos que dejen de ser pobres… y, eso, no le hace nada bien a MORENA: necesitan que haya pobres, recuerden que los ricos son los enemigos y la clase media por ser aspiracionista no le cae nada bien al partido en el poder… Pero como siempre se ha dicho: que le vaya bien a la presidenta, para que le vaya bien a México.
Melitón Guevara Castillo
Licenciado en Administración Pública (UAT), Doctor en Comunicación y Periodismo (Universidad de Santiago de Compostela).
Profesor Emérito de la UAT. Líder del Grupo de Investigación “Democracia y Comunicación Política” de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales (Victoria, Tam.,).
Representante en Tamaulipas de la Red Nacional de Investigadores de la Calidad de la Democracia.
Escribe la columna política DESDE ESTA ESQUINA, desde 1984 en El Diario de Cd. Victoria y actualmente en Hoy Tamaulipas.
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