Altamira, Tamaulipas. - El Ayuntamiento de Altamira y su Dirección de Bienestar Animal se encuentran en el centro de la polémica tras las acusaciones de la panista Silvia Cacho, quien denunció el robo de un caballo propiedad privada. Cacho afirmó que el animal fue retirado sin justificación legal por personal de la Dirección, lo que ha desatado un debate sobre el uso del poder gubernamental en la ciudad.

El director de Bienestar Animal, Juan Pablo Ingram Araujo, respondió a las acusaciones afirmando que la acción fue parte de un operativo de aseguramiento de animales en la vía pública, y se impuso una multa de $1,682 pesos, "considerando la situación económica de la persona afectada". Además, indicó que esta medida fue apoyada por el alcalde para no ser excesivos con las personas de bajos recursos.

“Se entendieron los malentendidos en redes sociales, pero el objetivo es que los propietarios tengan la documentación necesaria y sus animales en buen estado”, señaló Ingram.

Explicó que la sanción aplicada fue leve debido a la cooperación del propietario con las autoridades y a las instrucciones del alcalde de no imponer cargas desproporcionadas.

Ingram Araujo también mencionó que el municipio está trabajando en varios proyectos de bienestar animal y buscando la colaboración con otras ciudades cercanas.

"Estamos en conversaciones con las autoridades de Madero y Tampico para crear proyectos conjuntos de bienestar animal", añadió.

Entretanto, Cacho ha hecho un llamado a los ciudadanos para denunciar casos similares de abuso de autoridad, buscando una respuesta más justa y legal de parte de las autoridades locales.

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