Ciudad de México.- Tras una muerte sorpresiva a tan solo 19 años de edad, Abraham Ángel dejó un legado pictórico que se caracteriza por una inusual destreza y frescura, envuelto en la modernidad, realizado como respuesta a la renovación del movimiento muralista mexicano que iba en contra de los estrictos conceptos estéticos que se seguían en la Academia desde inicios de los años veinte del siglo XX.

Hasta el próximo domingo 14 de julio estará abierta la exposición Abraham Ángel: entre el asombro y la seducción que presenta el Museo de Arte Moderno (MAM) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), con el propósito de ofrecer una revisión del trabajo del nombrado Niño pintor, quien este año cumple 100 años de haber fallecido.

Su trabajo estuvo definido por un carácter espontáneo que respondía a las búsquedas vanguardistas internacionales del momento, a través de una propuesta plástica que mostró una de las estéticas más auténticas dentro del arte contemporáneo internacional, como se puede apreciar en la exposición, curada por Mark A. Castro, la cual ofrece una nueva lectura y estudio que permite reinterpretar su obra. 

Entre las piezas que forman parte de la exposición Abraham Ángel: entre el asombro y la seducción se encuentran: Retrato de Manuel Rodríguez Lozano, una imagen emotiva que el artista pintó cuando Lozano salía de una enfermedad pulmonar; los retratos Mujer en la ventana y Retrato de la mesera, los cuales muestran ambientes rurales y se distinguen por su colorido intenso y la rebeldía de las mujeres de la época.

El cuadro Me mato por una mujer traidora plantea la censura y presenta un ambiente en el que todos los personajes flotan y los tamaños no corresponden a la realidad, por lo que es una obra protosurrealista, con tintes fantásticos; y Los novios, un cuadro singular que muestra un juego entre lo urbano y lo rural, con un aire de nostalgia por el México que se va y el modernismo que llega.

“Es una exposición muy importante, toda vez que Abraham Ángel tenía más de tres décadas de no contar con una exposición individual y en ese sentido era importante recuperar su figura dentro del arte moderno mexicano. Es un artista singular, con una obra pequeña, pero distinta a la de otros artistas, y la exposición convoca no solo al acervo del Inbal, sino a colecciones privadas”, comentó en entrevista Carlos Segoviano, curador del MAM.

Es parte de la comunidad LGBT y su vida y obra había quedado un tanto opacada, añadió. “Ahora, con la apertura y visibilidad que se le da a su comunidad, ha sido importante no solo presentar su trabajo, sino relacionarlo con la resistencia creativa que tuvo en los años veinte y treinta en México, cuando había un machismo imperante por parte del muralismo. Es un artista que representa otra masculinidad e identidades que hoy en día hay que celebrar con la diversidad”, agregó.

Para el investigador, el MAM presenta una exposición exquisita, con una selección muy particular, no solo de Abraham Ángel, sino de los artistas que lo acompañaron en su época, como Manuel Rodríguez Lozano y Roberto Montenegro, quienes nos ofrecen otra cara de la Escuela Mexicana de Pintura, centrada en el nacionalismo poético, ensimismado y con una visibilidad a una comunidad que sigue luchando por sus derechos.

El MAM se ubica en Paseo de la Reforma, esquina Gandhi s/n, Primera Sección, Bosque de Chapultepec. El horario de atención es de martes a domingo, de 10:15 a 17:45 h. La entrada general es de 90 pesos y es libre para estudiantes y maestros, Inapam con credencial vigente y personas con discapacidad, y los pagos son únicamente en efectivo y en taquilla. En domingo la entrada es libre.