No reelección
La propuesta de Claudia Sheinbaum Pardo para que mediante una reforma constitucional se suprima la reelección de senadores, diputados federales y locales, como de alcaldes, marca la continuidad del proyecto transformador de Andrés Manuel López Obrador.
Y, hasta eso, es bien vista por la sociedad civil, aunque no por los seis partidos políticos que mantienen su registro oficial.
Quien se encargará de presentar la iniciativa ante lo que aún queda de la LXV Legislatura de la Cámara de Diputados y el Senado de la República, es la secretaria de Gobernación, Luisa María Alcalde Luján, a sugerencia u orden de la presidenta electa, según interprete cada cual.
Le restan casi tres meses de ejercicio a la legislatura actual, por lo que sería toda una osadía sacar avante la reforma, en un periodo extraordinario de sesiones al que estaría obligado a convocar la Comisión Permanente de ambas cámaras.
Más, cuando en ambas los grupos parlamentarios de morena y aliados no cuentan con la mayoría calificada que se requiere para las reformas a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Así que no hay que descartar que, ante ese inconveniente, la sucesora presidencial posponga la promoción del documento, aunque éste, según lo que se ve, lleva dedicatoria hacia los reeleccionistas del propio Movimiento Regeneración Nacional (morena), que fueron muchos más que sus iguales opositores, como está plenamente documentado.
De cualquier forma, Sheinbaum insiste en regresar la Constitución a la redacción original con que fue creada en 1917, teniendo como fundamento la bandera revolucionaria establecida por Francisco I. Madero de: ‘Sufragio Efectivo No Reelección’, con la cual venció --en la elección presidencial del 15 de octubre de 201-- al dictador José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, quien en ocho ocasiones ocupó el cargo (en un lapso de más treinta años).
Tres veces más que Benito Pablo Juárez García, quien lo fue en cinco períodos consecutivos.
En fin…
Retomando el tema de la Constitución Política, ésta fue promulgada el 5 de febrero de 1917 por el entonces presidente José Venustiano Carranza de la Garza, y representa un baluarte de la democracia de nuestro país.
Pero el verdadero ‘apóstol de la democracia’ –como él mismo se hacía llamar--, fue Madero, al proclamar su rechazo a la reelección.
Tras la aprobación del documento, ningún jefe del Ejecutivo federal, de entonces a la fecha, ha tratado de modificar el texto sobre la No Reelección presidencial --aunque embriagados de poder sí lo han sugerido--, pero, con respecto a los legisladores y ediles, empezó a gestarse la reforma en 2012, al término del sexenio de Felipe de Jesús Calderón Hinojosa (PAN); y ésta fue aprobada en febrero 9 de 2014 –administración presidencial de Enrique Peña Nieto--, estableciendo que:
El texto de la reforma que propone Claudia Sheinbaum, establece que:
“Las personas senadoras y diputadas al Congreso de la Unión, no podrán ser reelectas para el periodo inmediato posterior al ejercicio de su mandato”.
Es una buena propuesta, indudablemente.
Y dará mucho de qué hablar, seguramente.
Represores, al gabinete
Las propuestas que Claudia Sheinbaum Pardo ha hecho para integrar a su gabinete de inicio de sexenio, son acertadas las más, como cuestionables, por lo menos, hasta ahora, tres.
En el segundo paquete incluyó a Juan Ramón de la Fuente Ramírez, como prospecto a la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), cuando a su paso por la rectoría de la UNAM permitió la violación a su autonomía por parte de la Policía Federal Preventiva (PFP), para aprehender y encarcelar a cientos de estudiantes que se oponían al incremento de cuotas.
Y en su tercer paquete, consideró a Mario Martín Delgado Carrillo y a Omar García Harfuch.
El primero iría como secretario de Educación; y el otro, a la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana.
Mario Delgado ha sido acusado de vender candidaturas al mejor postor e impulsar una política represiva hacia el interior de morena, lo que lleva pensar que en la SEP podría chocar con el magisterio porque no tiene mano izquierda, sino que suele imponer su voluntad y eso, con gente que sí piensa como son los maestros, podría acarrearle problemas a la doctora, en los primeros meses de su régimen.
En cuanto a Omar, en la mente del pueblo de Ayotzinapa está latente el informe que rindió el subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas Rodríguez, sobre su probable omisión para impedir el linchamiento de los estudiantes normalistas. No es cuento, ahí está el informe.
Correo: jusam_gg@hotmail.com
Juan Sánchez Mendoza
Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.
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