Así como van caminando las cosas, las distintas ramas de los grupos ligados a la impartición de justicia, no están conformes a los foros de consulta, donde más que una consulta, se han convertido en agresiones a la máxima institución de impartición de justicia de la nación.

Ver por ejemplo a Arturo Saldívar, ex presidente del máximo tribunal, arremeter contra la que fue su casa, nos da una idea, para que servirán estos foros de consulta, morder la mano de quien te dio de comer es algo poco ético, algo que ya olvido el ex ministro de la corte, que ahora se ha convertido en un chairo fifi.

El zacatecano Ricardo Monreal, uno de los principales promotores de la autonomía de la Suprema Corte, allá por la década de los 90s, luce desdibujado con los agravios hacia la institución, y arremete contra Mike Pompeo, ex secretario de estado de los Estados Unidos, en los tiempos de Donald Trump, y que dio una opinión sobre la ya tan mencionada reforma política a la legalidad.

Si el presidente de la mano del Rafael Barajas “el fisgón” dieron una carta a los diputados sobre su lealtad al mandatario, sobre las líneas de ataque a las reformas, entonces poco espacio queda para la negociación, cuando el mismo presidente ordeno a sus lacayos, que ni una coma se movería del proyecto de reforma.

Los foros de consulta se están haciendo a petición de la presidenta electa, de tal manera que los mercados y grupos empresariales guarden la calma, esto no quiere decir que la reforma, como tal, no vaya a pasar en la siguiente legislatura, teniendo como único obstáculo la cámara de senadores en su mayoría calificada, que Morena no alcanzo en esta representatividad.

Es indigno ver y escuchar a Ricardo Monreal, Arturo Saldívar, afirmar que esta reforma fue provocada por la actual ministra presidente, Norma Piña, por no someterse a los designios del presidente, por no ser su fiel aliada, como lo fue Arturo Saldívar, ordenando a jueces y magistrados sentencias a modo, con tal de complacer al inquilino de Palacio Nacional.

Las cosas no pintan bien para la gran masa de empleados del poder judicial mexicano, las instrucciones del mandatario es aniquilar la corte, dejarla al servicio del ejecutivo, en turno, en un retroceso de 50 años en el crecimiento democrático del país.

No hay mucho que discutir en cada foro, en cada mesa, salvo las opiniones de expertos, de las barras de abogados, de las universidades, los enviados del presidente, como los líderes de las cámaras, van en un plan agresivo y de nulificar a los miembros de la corte con argumentos poco válidos, pero dictados desde la mesa de leyes de palacio nacional.

La gran vergüenza de Arturo Saldívar que debería de tener al atacar publica y visceralmente a la corte, debería de bastar para darse cuenta de que no son los momentos, como lo expresa el ministro Javier Laynez Potisek, donde claramente deja ver los problemas de fondo del poder judicial, y no son precisamente una elección de directa, popular de jueces y magistrados. 

Las controversias seguirán, pero mientras el presidente habite en Palacio Nacional, siga dando las ultimas órdenes a los diputados como fieles sirvientes, entonces pocos expertos podrán opinar sobre la reforma judicial, el pensamiento vertical y unipersonal del mandatario, sigue siendo un factor determinante en la democracia mexicana, no hay formas de dialogo, como en otros países democráticos, es guindo y es guindo, se acabó, esperemos ver el final de esta historia, y no terminar por minar lo que tanto años ha costado enderezar.

Es cuánto. 

chanorangel@live.com.mx

Feliciano (Chano) Rangel Montoya

Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Matamoros. Productor General y Creador del Programa de Radio “La noticia Tal y como es”, conducido por Fructuoso Sáenz.

Actualmente es director general de Alfa Producción Digital, gerente de Creatividad, Marketing y Ventas de Publicidad y Mas, fue coordinador de Comunicación del  Diputado Local por el Distrito XVIII
Ingeniero Alfonso Sánchez Garza.

Ha sido coordinador de medios electrónicos en campañas políticas y de la Universidad Tecnológica de Matamoros, entre otros cargos.