El martes anterior, la directora del Instituto de la Mujer confirmó que en Tamaulipas operan más de 680 “Puntos Rosas”, establecimientos que se han convertido en espacios seguros de protección y auxilio para mujeres que están en peligro.

De la funcionalidad de este programa ya hay casos de referencia en los que se ha logrado inhibir el delito y documentar los hechos.

El apoyo del Estado a las mujeres se ha transformado en tres “Casas Violeta” que operan en aquellos municipios de Tamaulipas con mayor incidencia de violencia contra ellas. La cuarta estaría próxima para Reynosa.

A un año y tres meses de su apertura, la casa de Matamoros ha resguardado y apoyado a 576 mujeres y ha efectuado 16 divorcios encauzados.

Solo en su primera semana de operaciones, habiendo iniciado en noviembre del año pasado, La casa Violeta de Altamira recibió siete mujeres.

Por temporadas, estos refugios para las víctimas y sus hijos, han superado su capacidad, lo que revela la necesidad de estos espacios.

De hecho, cifras oficiales establecen que en Tamaulipas, el 37.8 por ciento de las mujeres mayores de 15 años, son víctimas de violencia en situación de pareja.

De los “Puntos Rosa” hay que destacar que su habilitación implica el compromiso por parte de las empresas y la previa capacitación del personal presto a brindar ayuda.

La directora del Instituto Tamaulipeco de la Mujer, Diana Luz Gutiérrez ha logrado incluir a empresas como Transpais y ADO, que habían tenido casos de acoso en sus unidades pero que desconocían el procedimiento de denuncia.

A lo largo de la frontera, una cantidad importante de maquiladoras también se han sumado a la convocatoria y esta semana lo hizo la empresa Coca Cola.

Ayer en Matamoros, un grupo de feministas protestó al exterior de la Fiscalía General del Estado en solidaridad a una mujer víctima de sistemáticas agresiones de su ex pareja.

Desde el 2018 a la fecha, la joven madre de familia ha presentado seis denuncias con todo y sus pruebas; videos y fotografías, pero la FGJE nomás no responde. Las quejas no avanzan.

Su familia teme que la violencia ascienda y que la mujer sea parte de las estadísticas fatídicas de este fenómeno.

Desde su capacidad operativa y presupuestal, el gobierno de Américo Villarreal está cumpliéndole a las mujeres con programas preventivos y espacios de refugio y atención.

Sin embargo, la Fiscalía del Estado sigue omisa. Mientras no haya una justicia expedita y sanciones ejemplares para los agresores, la violencia contra ellas continuará. 

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Maribel Villarreal

Periodista en Matamoros, Tamaulipas
Es jefa de información en WRadio