Ciudad Victoria, Tamaulipas. - El encargado del despacho de la Comisión Estatal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Coepris), Mario Rebolledo Urcadiz, reveló que fueron detectadas cinco embotelladoras que operaban fuera del marco legal en el sur de Tamaulipas.

Y es que a raíz de la crisis hídrica que vive la zona conurbada, el funcionario adscrito a la Secretaría de Salud, precisó que dichos establecimientos que se ubican en Altamira, Tampico y Madero, no contaban con el permiso sanitario que garantice que el producto que están ofreciendo cumpla con los lineamientos que establece la Norma Oficial Mexicana que corresponde a la purificación del agua, poniendo en riesgo la salud de los consumidores.

Por tal motivo, y como acción inmediata, la Coepris ordenó el cierre temporal de esos negocios, a cuyos propietarios se les dio la oportunidad de regularizar su situación y cumplir con los requerimientos y el trámite ante la dependencia, para poder operar legalmente.

“Verificamos las expendedoras o embotelladoras que con la crisis hídrica en el sur surgieron por todos lados, y tenemos que estar observantes de eso y hemos encontrado algunas que operan sin permiso sanitario para poder trabajar y se han suspendido a cinco; la sanción es  suspensión de actividades porque no tienen permiso, pero se les conmina que hagan su trámite normal para obtener el permiso; tenemos mucha observación directa a raíz de la crisis hídrica del sur del Estado”.

Rebolledo Urcadiz, sostuvo que la indicación de la Secretaría de Salud es no descuidar la verificación de las purificadoras de agua en las doce coordinaciones con que cuenta la COEPRIS por todo el Estado.

“En todas las 12 coordinaciones estamos siguiendo todos los lineamientos que el gobernador nos indica, que estemos cercanos, que vigilemos los productos que va a adquirir la gente y que estén en condiciones adecuadas para consumirlos”.

Asimismo, precisó que paralelamente a estas acciones, los inspectores de la Comisión también tienen como una prioridad en su agenda de trabajo, el garantizar que el agua que la Comapa envía a la población cumpla con la cantidad adecuada de cloro residual.