Matamoros, Tamaulipas. - Una sola familia de migrantes que tiene más de ocho meses en Matamoros esperando el poder tener una cita para cruzar a los Estados Unidos, ha tenido que invertir alrededor de 34 mil pesos de hospedaje en todo ese tiempo, más las comidas otros 15 mil, además de los gastos de traslado suman 55 mil más en promedio.

Tal es el caso de Jennifer Sánchez, venezolana que es maestra de profesión, quien junto a sus tres hijos luego de haber salido de su país ha gastado poco más de 104 mil pesos en promedio.

Expresó que salió desde hace más de nueve meses de su país Venezuela, con rumbo a esta ciudad fronteriza en busca de llegar al ‘sueño americano’. Ella junto a sus tres hijos se aventuró a este viaje y es fecha que no ha podido cruzar a los Estados Unidos.

“Ha sido un poco difícil el llegar hasta acá y poder sobrevivir, yo soy maestra, pero allá no nos alcanza el dinero, yo ejercía mi profesión y ganaba muy poco, por eso decidí salir y en busca de darles una mejor vida a mis hijos en los Estados Unidos”, explicó.

Aseguró que para poder salir de Venezuela y llegar hasta Matamoros tuvo que gastar por lo menos tres mil dólares (alrededor de 55 mil pesos mexicanos conforme al tipo de cambio del dólar actual que es de 17 pesos), se gastó en pasaje, comida y en lo que más gastamos son en los pagos que tenemos que hacer para que nos dejen avanzar.

Manifestó que una vez que llegaron a Matamoros han intentado obtener la cita para cruzar a los Estados Unidos, pero ha sido complicado, es por eso que se vio en la necesidad de buscar empleo para poder alimentar a sus hijos.

Resaltó que primero llegó a un albergue, después al encontrar un trabajo ya se fue a rentar un pequeño cuarto por las Delicias, sin embargo, dijo que son caras las rentas, pero “no tenemos más, tenemos que seguir esperando”.

“Yo de puras rentas en estos ocho meses que llevo aquí, yo creo que ya hemos pagado alrededor de 34 mil pesos, nos cobran cuatro mil pesos al mes, la verdad sí es mucho lo que pagamos, yo en donde estos trabajando, en un restaurante lavando trastes, solo gano dos mil pesos a la semana, es poco para todos los que tenemos que hacer”, expresó.

Aseguró estar cómoda en esta ciudad, no es lo que se platica o lo que se rumora en cuanto a la inseguridad, aún así precisó que su destinó sigue siendo Estados Unidos, “vamos a seguir intentando obtener nuestra cita para llegar a nuestro sueño y darles una mejor vida a mis hijos”.