Para entender lo mejor posible cuándo se debe poner coma en un escrito, considero que es necesario pensar primero en llevar a cabo un estudio serio sobre los tipos de oraciones que se pueden construir en el idioma español, para luego emplear la coma con más seguridad.

El desconocimiento parcial o total de las oraciones simples o compuestas, con o sin complementos, nos lleva a cometer errores frecuentes de redacción.

Veamos el siguiente ejemplo:

La maestra de español leyó unas páginas de “El Quijote” a sus alumnos de sexto año.

En esta oración no hay ninguna coma porque es una oración con sentido completo; pero podemos añadir una oración incidental o palabras explicativas.

La maestra de español, que tiene ojos verdes, leyó unas páginas de “El Quijote” a sus alumnos de sexto año.

Como podemos ver, hemos colocado unas palabras incidentales donde explicamos que la maestra tiene ojos verdes, por eso va entre comas. Si quitamos esas palabras no pasa nada, porque se entiende el mensaje.

Veamos otro ejemplo.

“Mi mamá me encargó que comprara tomate, chile, cebolla y cilantro”.

Ahora tenemos una oración cuyos miembros forman parte de una enumeración, excepto la conjunción ‘y’ que es con la que se cierra la oración.

Antes de salir de casa normalmente recordamos expresiones como estas:

“No se te olvide cerrar la llave del gas, poner el candado a la puerta, cerrar la ventana ni llevar el celular”.

En la oración anterior estamos usando la coma, al último cerramos con la conjunción ‘ni’.

En un restaurante a veces pedimos bebidas.

¿Tiene té, café o chocolate?

En este ejemplo es muy clara la colocación de la coma.

Como lo he dicho antes, el correcto empleo de la coma requiere de estudio y de ejercicios constantes. Considero que es el signo de puntuación con el que más tropezamos a la hora de redactar un escrito.

No hace mucho, por cierto, estuve reflexionando en el uso de la coma. Esa reflexión me llevó a pensar en que el secreto de su correcto empleo podría estar en el conocimiento de la construcción de oraciones, pues mi idea es que en la medida en que sepa diferenciar una oración de otra, entonces podremos colocar la coma con la debida precaución posible, en el espacio adecuado.

Preocuparse por el empleo de la coma sin tomar en cuenta el estudio de las oraciones, nos puede meter en serios aprietos. Podríamos entrar en la eterna discusión de qué fue primero, si el huevo o la gallina. En este caso, primero es la oración, después la coma.

La coma como palabra aislada no tiene sentido. La coma existe, como se ha sabido, como una respiración a las oraciones largas. Son pausas que le dan cierto ritmo a las oraciones.

En Redacción se dice que hay escritores que ponen coma donde otros ponen punto y coma; lo importante en este caso es aprender a dominar los conocimientos básicos sobre el empleo de este signo de puntuación, después el redactor lo podrá usar de acuerdo a su temperamento, como también se enseña en Redacción.

Veamos la construcción de las siguientes oraciones.

“Juan compró un auto en la agencia la semana pasada”.

En la oración anterior no hay comas. Ahora veamos las siguientes.

“La semana pasada, Juan compró un auto en la agencia”.

En esta otra oración lo que nos interesa resaltar es que la semana pasada fue cuando Juan compró un auto en la agencia, por eso hemos separado esas palabras incidentales de las del resto de la oración.

Ahora veamos la siguiente.

“En la agencia, Juan compró un carro la semana pasada”.

De la misma manera que en la oración anterior, es “En la agencia” lo que estamos explicando a manera de una oración incidental, por eso lleva coma.

Lo que podría escribirse como oración incidental se vería así:

“Juan compró un auto, en la agencia, la semana pasada”.

O simplemente que quede así:

“Juan compró un auto la semana pasada”.

Si explicamos que el auto lo compró Juan en la agencia, nos aporta una interpretación más clara en el mensaje que estamos tratando de comunicar; es decir, que el auto es nuevo.

Por eso, he pensado que el hecho de aprender a construir oraciones nos va a facilitar el aprendizaje sobre el uso de este signo tan importante, pero al mismo tiempo un poco complicado.   

Ricardo Hernández Hernández
Poeta y columnista

Colaborador del portal:” Hoy Tamaulipas” hasta la fecha.
Actualmente estoy cursando un “Diplomado en Creación literaria” en la Biblioteca del Centro Cultural Tamaulipas, con el maestro José Luis Velarde.