En una elección, se debe resolver una pregunta esencial: “¿quieres ganar el poder o sólo la elección? Porque puedes ganar la elección y no ganar el poder, esta es la pregunta que quienes aspiraron a ganar la elección tendrían hoy que hacerse.

Es frecuente que un aspirante a gobernar y su equipo político tengan en mente llegar al cargo con el propósito del disfrute material del mismo. El cargo político, después de todo, implica privilegios que no se consiguen fácilmente en otros planos de la vida laboral o en otras actividades. Estos privilegios, que van desde los económicos hasta el revaloramiento personal, son un atractivo que estimula a la participación política. El poder se entiende, en ese marco, como una unión de prestigio, capacidad de mando y privilegios de toda naturaleza.

Cuando se obtiene un cargo político con esa premisa y con la ausencia de propósitos específicos, se llegará a gobernar, pero será un gobierno sumido permanentemente en dificultades. “Sin rumbo fijo, y sin dirección”, un gobierno de esa naturaleza termina por afectar, primero a la sociedad y segundo, a la clase gobernante.

En el mejor de los casos, un gobierno que ascienda buscando el poder por el poder mismo, podrá hacer “cosas buenas”, alguna obra pública notable y hasta bien administrada, pero no superará ese nivel. La historia le dará un lugar mínimo en sus registros.

En lo personal, sufrirá los impactos destructores que “ejercer el poder tiene, disfrutará de las satisfacciones que conlleva; pero padecerá sus efectos”.

El pasado domingo 2 de junio vivimos un día histórico para México. Ha sido el proceso electoral más grande de nuestra de nuestra historia, no solo por el número de cargos que estuvieron en disputa sino también porque estaba en juego el futuro de nuestro país. Los comicios en registro vieron una participación de alrededor del 60% del electorado en la elección de más de 20 mil cargos públicos, incluyendo la presidencia y 9 gubernaturas.

A una semana de haberse realizado la jornada electoral, hoy, es imperioso que quienes vayan gobernar se pregunten para qué quieren el poder.

Expertos como Eduardo Robledo señalan que quien gobierna debe saber cómo gobernar sobre todo en un contexto en el que hay una sociedad cada vez más informada, más participativa, y más demandante. La pregunta es fundamental pues solo teniendo una idea clara respecto del objetivo social del poder es posible ejercerlo y construirlo.

En este sentido, afirma Robledo, quien tiene el poder debe explicitar para que lo quiere y a partir de ello, generar acuerdos, consensos, alianzas y coaliciones para ejercerlo con eficacia en democracia. Así mismo, quienes resultaron electos el pasado 2 de junio deberá aprovechar el tiempo de transición para delinear rápidamente un plan de gobierno en donde siente las bases de su administración.

Cabe destacar que en México, el periodo que transcurre entre la elección y la toma de protesta es uno de los más amplios del mundo democrático; tiempo del que se dispone para establecer un diálogo con las distintos actores y factores en el juego del poder.

La pregunta es si los próximos alcaldes tendrán el poder que se requiere para hacer un gran gobierno. Para ello deben ser capaces de distinguir entre el acceso al poder y el ejercicio del poder a través del cual impulsen una agenda que sirva como medio para transformar la realidad de su propio municipio.

En este contexto, el reto de los gobiernos municipales próximos es construir un gran gobierno, uno que transforme su entorno y su municipio y pueda resolver de manera inmediata los temas que más nos laceran y que hoy siguen pendientes.

Alberto Rivera

Construyo procesos de comunicación siendo y haciendo cosas diferentes, provocando emociones y moviendo conciencias hacia la participación social y política.

Ayudo a potenciar marcas de proyectos políticos y gubernamentales a través del descubrimiento de insights, arquetipos de marca y estrategias de comunicación política.

Soy consultor, catedrático y speaker en Estrategias de Campaña Política y de Gobierno. Director General de Visión Global Estrategias.

Soy originario de Tampico, Tamaulipas y cuento con una Maestría en Educación, Maestría en Política y Gobierno y Doctorado en Filosofía; además de tener diversas especializaciones en Comunicación Política, Consultoría Política e Imagen.