Ciudad de México.- Las vacunas contra Streptococcus pneumoniae y Haemophilus influenzae son las principales herramientas contra la meningitis, enfermedad que se caracteriza por la inflamación de los tejidos o capas que rodean al cerebro y médula espinal, señalaron especialistas del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía “Manuel Velazco Suárez” (INNNMVS) y del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”.

La meningitis afecta a personas de todas las edades, sobre todo a quienes se encuentran en los extremos de la vida; es decir a recién nacidos, niñas, niños y adultos mayores.

En el mundo es causa del fallecimiento de una de cada seis personas que la padece y de secuelas severas e incapacitantes permanentes en uno de cada cinco pacientes que sobrevive.

Puede deberse a infecciones por bacterias, virus, hongos o parásitos; no obstante, las de causas bacterianas son las más agresivas. Por esto, más de 50 por ciento de las muertes por meningitis ocurren por cuatro bacterias: Streptococcus pneumoniae; Neisseria meningitidis; Haemophilus influenzae y Streptococcus agalactiae.

En el Día Mundial contra la Meningitis, que se conmemora este 24 de abril, los especialistas destacaron que en 2019 en el mundo fallecieron 236 mil personas por esta causa; de éstas, 112 mil tenían menos de cinco años. La incidencia global en ese año fue de 20 casos por cada 100 mil personas. En México fue de 7.4 casos por cada 100 mil habitantes y hubo 522 decesos.

La mayoría de bacterias que producen meningitis, como Streptococcus pneumoniae; Haemophilus influenzae y Streptococcus agalactiae, se adquiere por transmisión de persona a persona, debido a que generalmente se alojan en la laringe y garganta, y se transmiten al toser o estornudar.

Esta enfermedad representa un alto riesgo de mortalidad por la reacción inflamatoria exacerbada en el sistema nervioso central, que puede comprometer zonas donde se controla la respiración, frecuencia cardiaca, presión arterial o la homeostasis, es decir, la capacidad para mantener un estado de actividad e independencia.

Detallaron que, quienes logran sobrevivir quedan con secuelas; dependiendo de la zona afectada puede haber alteraciones de la fuerza, audición, equilibrio, lenguaje, comprensión del lenguaje o crisis epilépticas, como resultado de los daños en el cerebro y la médula espinal.

Los síntomas de la meningitis son variables, los más comunes son: fiebre, dolor de cabeza, rigidez y dolor en el movimiento de cuello o nuca. Cuando el padecimiento está muy avanzado la persona puede tener sueño en exceso aun cuando haya dormido bien, o, si está dormida, no logra despertar de forma normal.

Los especialistas agregaron que existen meningitis no infecciosas causadas por enfermedades inflamatorias o autoinmunes como lupus eritematoso, granulomatosis, sarcoidosis y otras producidas por medicamentos antiinflamatorios o antibióticos.

También hay meningitis neoplásicas, que están asociadas con tumores, las cuales se presentan en etapa metastásica y en pacientes con linfomas o leucemias.

Agregaron que las personas con alguna alteración del sistema inmune por inmunodeficiencia, que toman medicamentos inmunosupresores o están expuestas al tabaquismo activo o pasivo, tienen mayor riesgo de padecer meningitis.