La sustitución de Carlos Víctor Peña Ortiz, como candidato a la presidencia municipal de Reynosa, podría concretarse esta misma semana, en caso de que la Comisión Nacional de Elecciones de morena atienda la confirmación de su inelegibilidad, merced a la pérdida de sus derechos políticos.

Como prospectos a relevarlo, la dirigente estatal del membrete guinda, Yuriria Iturbe Vázquez, ‘destapó’ a los cuatro diputados locales de Reynosa que se inscribieron al proceso interno para seleccionar candidato: Armando Javier Zertuche Zuani, Humberto Armando Prieto Herrera, Magaly Deándar Robinson y Marco Antonio Gallegos Galván.

Esto en una conferencia de prensa a la que Yuriria invitó a esos cuatro prospectos para fijar su postura ante el desgaste que ha tenido ‘Makito’ por su rebeldía de atender problemas legales personales; y, sobre todo, porque a unos días de iniciar la etapa de campañas, la imagen de morena empieza a deteriorarse en la entidad, cuando éste es un asunto que sólo atañe a los reynosenses.

Hay otro aspirante, Luis Miguel Iglesias Elizondo, quien siendo director regional de Bienestar en la entidad saboteó eventos de proselitismo a Adán Augusto López Hernández, cuando el tabasqueño buscaba ser candidato a la Presidencia de la República por la coalición ‘Sigamos haciendo historia’.

Como fuere, de ellos, Zertuche es el más cuajado políticamente. Y por supuesto su candidatura sería vista con buenos ojos.

Por cierto, en aquella localidad fronteriza –tan violentada por el crimen organizado ante la tolerancia del alcalde prófugo, Carlos Víctor Peña Ortiz, abandonada en la prestación de servicios públicos municipales primarios y desorden administrativo en el ayuntamiento, se registra intenso movimiento mediático de los aspirantes a relevar al mentado ‘Makito’.

Reynosa fue bastión priista de 1958 a 2004 (46 años), hasta que en el 2005 registró la alternancia al perder la alcaldía, ante el PAN –léase, frente a Francisco Javier García Cabeza de Vaca--, cogobernando el panista con Eugenio Javier Hernández Flores, en su primer trienio.

Y en 2008, el PRI recuperó la plaza (otra alternancia), usufructuándola hasta 2016 cuando se registró una nueva alternancia bajo el fuerte dominio de Maki Esther Ortiz Domínguez, representado al membrete albiceleste, al que por cierto traicionó para imponer a su vástago Carlitos, como candidato por el membrete guinda.

La chihuahuense de nacencia, aceitó todo el aparato político que armó en Reynosa durante su estancia para hacer ganar a su hijo. Y lo logró, pero este joven se ha visto en problemas judiciales por la duplicidad de las actas de nacimiento y realizar operaciones financieras con distintas identidades.

Hoy, prácticamente, es fugitivo de la ley.

Como sea el alto mando morenista deberá analizar concienzudamente seguirle el juego a Maki para que su hijo mantenga la candidatura, o correr el riesgo de una nueva alternancia.

Blandura ideológica

Ahora que se aproxima el inicio de las campañas locales, es conveniente recordar que el sistema de partidos que opera en la entidad muestra las tendencias políticas más importantes.

Pero igual refleja la diversidad ideológica existente en el seno de la sociedad, donde cada ciudadano se identifica con la que piensa que sí satisface sus expectativas; o lo hace animado por el bombardeo mediático.

Así tenemos la representación de la derecha, radical y moderada, en el Partido Acción Nacional (PAN); la vertiente del centro abanderada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI); y la expresión de izquierda, en sus diversos matices, encuentra su expresión en el Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Los tres membretes forman parte de la coalición ‘Fuerza y corazón por Tamaulipas’.

Se supone que Movimiento Regeneración Nacional (morena) y el Partido del Trabajo (PT) se alinean con la izquierda, mientras que el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) –con el que van en alianza bajo el membrete de ‘Sigamos haciendo historia’--, tiene hacia el centro.

Lo mismo que Movimiento Ciudadano (MC), pero sólo se supone, ya que su indefinición salta a la vista.

Todos los partidos registrados están obligados, legal y moralmente, a definir un perfil a través de la declaración de principios, estatutos y el programa de acción.

Los militantes y ciudadanos en general, por tanto, deben conocer los documentos básicos que rigen la vida del partido en que están afiliados o es de sus simpatías, a efecto de enriquecer la cultura cívica y acabar con el lastre que significa el analfabetismo político.

En esencia se supone que los partidos buscan impulsar la democracia, afianzar las libertades, animar la pluralidad, configurar un estado más justo y equitativo, promover el desarrollo, brindar posibilidades de expresión y participación a la gente, garantizar el empleo, la salud, seguridad, etcétera.

Los distinguen las estrategias y tácticas utilizadas para arribar al poder o conservarlo y, desde luego, el segmento de la sociedad por el cual han decidido tomar parte y cuyos intereses defienden, o pretextan hacerlo para conservar sus registros.

En lo general, este es el esquema en el que los partidos políticos enmarcan su origen y funcionamiento.

Y por supuesto, no hay fórmulas ni reglas que se sigan al pie de la letra.

Correo: jusam_gg@hotmail.com

Juan Sánchez Mendoza

Ha ejercido el periodismo durante más de tres décadas, alcanzado premios estatales en dos ocasiones; autor del libro "68. Tiempo de hablar"(que refiere pormenores del memorable movimiento estudiantil); autor de ensayos literarios; y reportero de investigación de tiempo completo, acá en territorio nacional y más allá de nuestras fronteras y del continente americano.