En el viaje de la vida, lleno de incertidumbres y giros inesperados, los seguros de Vida y por Invalidez Total y Permanente son faros de esperanza y seguridad en momentos de oscuridad. Estas pólizas son promesas de protección, diseñadas para ofrecer tranquilidad no solo al asegurado, sino también a sus seres queridos, asegurando un soporte financiero cuando más se necesita. Mientras que el seguro de vida se enfoca en brindar apoyo a los beneficiarios después del fallecimiento del asegurado, el seguro por invalidez total y permanente se activa cuando el asegurado sufre una incapacidad que le impide volver a trabajar, ofreciendo un sustento en tiempos de vulnerabilidad.

Imaginemos a Luis de 40 años, un padre dedicado y el principal proveedor de su familia, cuya vida toma un giro inesperado al quedar incapacitado debido a un grave accidente, ocurrido dos años después que adquiriera el Seguro de Vida e Invalidez y que debería de pagar en los próximos ocho años.

En ese momento crítico, su seguro por invalidez total y permanente se convierte en una red de seguridad invaluable, entregándole una Suma Asegurada que le permiten mantener a su familia, cubrir sus necesidades básicas, y adaptarse a su nueva situación sin la presión financiera que habría enfrentado sin este apoyo.

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Tras declararse la Invalidez Total y Permanente, Luis recibió el dinero por el seguro de invalidez y a partir de allí, dejó de pagar las Primas por el Seguro de Vida, porque ese es otro de los beneficios.

Lamentablemente la historia de Luis toma otro giro inesperado 15 años después de quedar inválido, ya que falleció.

Aquí es donde su póliza de Seguro de Vida entra en juego, proporcionando a su familia una suma global adicional. Este beneficio actúa como un puente hacia el futuro, asegurando que, a pesar de su ausencia, sus seres queridos tengan los medios financieros para continuar adelante, enfrentando los retos de la vida sin él. Cubre deudas pendientes, gastos de educación y sostiene el estilo de vida de la familia, aliviando las preocupaciones financieras en un momento de profundo duelo.

La combinación de ambos seguros en la vida de Luis ejemplifica un acto de amor y previsión, transformando un legado de responsabilidad en un testimonio de cuidado eterno. A través de estas pólizas, Luis no solo proporcionó a su familia estabilidad en momentos de incertidumbre, sino que también les aseguró la posibilidad de reconstruir y seguir adelante, fortalecidos por su amor y protección, incluso en su ausencia. Este es el verdadero valor de los seguros de vida y por invalidez total y permanente: permiten que el cuidado y el amor perduren, ofreciendo seguridad y esperanza frente a los imprevistos de la vida.

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*Marco Esquivel

Es director general de HOYTamaulipas y desarrolla una exitosa carrera como Agente de Seguros. Tiene autorización por parte de la CNSF para intermediar seguros Personales y Empresariales. #MásterPolíticoEnSeguros #ExpertoEnSeguros