Tampico, Tamaulipas. - Al menos dos mil feministas de Tampico marcharon este día en el marco del 8M, el Día Internacional de la Mujer, para exigir un alto a las injusticias, se frenen las agresiones contra las mujeres y las niñas, y se contengan los abusos y las violencias que cometen los varones en diversos espacios como los centros de estudio, transporte colectivo y centros laborales.

La movilización empezó en la esquina de la calle Gerónimo González y Avenida Miguel Hidalgo, en la colonia Ex Country Club, para avanzar hacia el Centro Histórico de Tampico, donde en la Plaza de Armas y frente al Palacio Municipal desarrollaron un performance que representó artísticamente las violencias que sufren las mujeres en prácticamente todos los lugares y a todas horas.

En el momento que se manifestaban pacíficamente en medio de la calle Cristóbal Colón, que estaba cerrada desde la calle Altamira, el Palacio Municipal se mantenía custodiado por elementos de la Guardia Estatal, en su mayoría personal femenil 

De hecho, un poco antes, a la entrada del contingente a la calle Altamira, frente a la Fiscalía General de Justicia del Estado, ubicada en la calle Alfredo Gochicoa, que también se mantenía blindada con elementos de la Guardia Estatal y de la Policía Investigadora, los organizadores de las colectivas feministas pararon un momento para permitir que mujeres que buscan justicia se manifestaran frente a este órgano estatal.

Una a una tomaron el micrófono para señalar la pérdida de un ser querido, la muerte de una hija que no ha sido esclarecida, y también por la sustracción de una menor por el padre, cometiendo con ello la denominada 'violencia Vicaria', y así una a una dejó su sentir y su impotencia frente a las oficinas de la dependencia, la Fiscalía General de Justicia del Estado, que poco o nada hace para resolver las carpetas de investigación que aquí están siendo tramitadas.

Más tarde enfrente del Palacio Municipal, que igualmente estaba blindado por elementos policiales como se apunta, las poco más de dos mil manifestantes exigieron justicia, un alto a las agresiones de las infancias, así como demandar un freno a las agresiones que sufren las mujeres de todas las edades en su hogar, en el trabajo, en los institutos educativos y en cualquier espacio abierto público.

Así también un contingente que llamó la atención durante la marcha fue el encabezado por los familiares de Angie Villarreal, una integrante de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual y Transexual (LGBT) de Tampico que presuntamente murió violentamente a manos de su ex pareja sentimental, quien al parecer está detenido y estaría vinculado a proceso por parte de la Fiscalía General de Justicia del Estado, aunque la exigencia también fue para el fin de las agresiones contra esta comunidad trans.

Como se apunta, todos los contingentes que participaron se concentraron en la calle Cristóbal Colón y ocupando la Plaza de Armas por su tamaño, para leer algunas exigencias de justicia, destacando la de un menor que reprobó los golpes y las agresiones que su mismo padre propinó a su madre en casa, además de escucharse los cánticos que han sido arropados por todas las feministas en cada marcha y manifestación, y los clamores de "¡justicia!, ¡justicia!, ¡justicia!", y de "¡vivas se las llevaron, vivas las queremos!", "¡vivas se las llevaron, vivas las queremos!".

De hecho, aunque fue una jornada larga este 8M en el sur de Tamaulipas, que empezó temprano con la pega de carteles de denuncias y exigencia de justicia en árboles y lámparas del Centro Histórico, la colocación de mantas en puentes peatonales donde se podía leer "Tamaulipas Feminicida", y la marcha y tendedero de denuncias realizados en el campus universitario de la UAT, todo esto tuvo lugar en la más completa calma y tranquilidad.

Cerrándose la actividad en el Centro Histórico con canciones y diversas arengas, como la exigencia "¡ni una más, ni una más, ni una asesinada más!", "¡ni una más, ni una más, ni una asesinada más!", y "¡no estás sola!, ¡no estás sola!, ¡no estás sola!", además del micrófono abierto y la instalación de un tendedero en la Plaza de Armas, innovándose un 'caldero', donde las chicas asistentes quemaban los malos recuerdos, sin que se hubieran registrado como se apunta incidentes de ningún tipo, pese a la nutrida vigilancia de elementos de la Guardia Estatal.