Se llevó al diablo…
Sin duda alguna, hay personas que se van de este mundo sin dejar vestigio de algo bueno en su paso en la tierra y no hay nada que valga la pena de ellos recordar, pero otros peores que dejan una estela de maldad, tanta que hasta ni su madre les quiere olvidar.
Muy pocas personas como el GRAN BELEM FORTUNATO PEÑA GARCÍA que después de dejar este mundo se les recuerda porque dejaron huella, porque eran GRANDES en toda la extensión de la palabra, y su buena obra será recordada por siempre.
BELEM, amante del teatro, la música y las bromas vivió su vida a placer y una madrugada justo antes del día de los Santos Inocentes decidió irse dejando a sus amigos con las vaciladas, listos para la fiesta del 28 de diciembre.
Porque justo un día como hoy, que se le recuerda con gran afecto porque fue una persona que supo sembrar y cosechar amistades, EL GRAN BELEM estaría cumpliendo 58 años de vida.
Como todo gran artista cerro su telón. Se fue a temprana edad, a los 48, hace justo 10 años, no quiso envejecer, bueno ni siquiera se esperó a que le llegara su tarjeta de 65 y más.
El día de su partida al encuentro con DIOS, su amigo compadre, casi hermano MARCO, dijo “Este gordo se fuer porque no quiso hacerse viejo”, y quizá sí, pues así todos le recordaríamos tal y como fue siempre, alegre, divertido, servicial, con la palabra exacta en el momento indicado, presto a brindar su mano amiga a quien pasara por momentos difíciles, pues él sí que hacia el bien si mirar a quien. Con sus miedos y pasiones BELEM no se quejaba por sus malestares, disfrutaba de sus amistades.
Cierto es que para BELEMCITO la vida no fue fácil, así como tuvo alegrías, vivió sin sabores, pero a todo le encontraba el lado amable, sus debilidades las convertía en fortalezas, su casa era la puerta abierta al mundo las 24 horas del día y todos eran bienvenidos hasta sin ser invitados. Su segundo nombre, FORTUNATO, y su gran fortuna fueron sus grandes amigos, todos los que le conocimos fuimos afortunados al contar con su amistad.
Así era BELEM, un ser extraordinario, una persona que a pesar de su grandeza física su corazón lo era más, tanto que no cabía en su ser, su alma era de niño inquieto y bondadoso con deseos de crecer y que veía en cada persona a un amigo.
Hoy, a 10 años de su partida, el teatro tamaulipeco sigue de luto, la madrugada de un 28 de diciembre se le dio el último adiós al GRAN BELEM, con el corazón estrujado sus amigos le cantaron las mañanitas pues se le despedía justo el día de su cumpleaños.
Mi estimado BELEM, desde que te fuiste el teatro en Tamaulipas no es el mismo, las obras educativas como tú las sabias narrar e interpretar se extrañan, la tradicional pastorela que se presentaba año con año murió contigo, dicen, que un ángel se llevó al diablo.
Rosa Elena González
Es Licenciada en Relaciones Públicas. Ha colaborado con editoriales en El Mercurio.
Actualmente su columna Vida Diaria se publica en el Portal HOYTamaulipas y los periódicos La Verdad de Tamaulipas, Expreso, La Extra, La Voz de Tula, El Tiempo de Mante y Astronoticias, El Bravo de Matamoros y Canal 10
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