Una vez en funciones y después de haber pasado el proceso interno para la sucesión en la rectoría de la UAT, comienza otra era universitaria con un nuevo rector a la cabeza. La designación de Dámaso Anaya Alvarado viene en un periodo en donde mucho se especulaba y que finalmente derivo en un cambio de timón.

Son diversas las opiniones que generó tal cambio, como siempre existen voces aprobatorias y otras que discrepan con lo sucedido. Y elementos pueden existir en ambos casos, unos muy válidos y otros quizá más por polemizar y/o politizar en lugar de enfocarse en lo constructivo o en aquello que sume por el bien de la llamada máxima casa de estudios tamaulipeca.

De lo concerniente a sucesos en proceso de revisión ya se encargarán las autoridades competentes, por lo pronto hay que decir que se venía mostrando un dinamismo con el programa Vida UAT y todo lo derivado en sus diferentes fases. Ya seguramente el nuevo rector analiza su entorno y con ello comenzará a delinear sus estrategias para sacar adelante la encomienda.

Experiencia tiene y aunque le endilguen críticas por pensar que no está empapado en temas académicos universitarios, se equivocan. El egresado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia cuenta con su bagaje académico propio en conjunto con un cúmulo de experiencias laborales en otros ámbitos que seguramente le ayudarán para tener una visión más amplia del entorno existente y sus retos.

Ya en columnas pasadas había escrito sobre su persona, la última colaboración fue sobre su actuar como Secretario de Desarrollo Rural. Sigo refrendando que lo considero como alguien muy autentico, que siempre ha mantenido una humildad y una congruencia en su forma de actuar. Alguien que en lugar de buscar los reflectores se concentra en trabajar y eso siempre se lo he respetado.

Por el entorno en el que crecí pude conocerlo desde hace años y en mi vida me tocó coincidir con él en varias etapas. Lo primero ya que tanto mi padre, un tío, mi primo y otros tantos buenos amigos fueron y son egresados de la facultad de Medicina Veterinaria. Y las coincidencias personales se dieron en ámbitos laborales, políticos y de amistades.

Por ello opino con seguridad sobre su persona, no porque solo me hayan hablado de él, sino porque me consta, y como alguien que está atento al entorno socio político en mi localidad, estado y más, respaldo sin duda lo que aquí expongo. Es una persona dedicada que tiene enfrente un reto muy grande bajo las actuales circunstancias.

Estará en la mira de muchos y como muchos sin duda le desean éxito, otros tantos estarán esperando que falle. La UAT aunque de naturaleza debe ser de esencia académica, siempre ha estado envuelta en un entorno político muy cargado por todo lo que significa y representa. Esto no es nada nuevo como nada nuevo será la presión que le van a ejercer tanto externa como interna.

De ahí la importancia de que él tenga los pies bien puestos sobre la tierra y que pueda concentrarse en formar un equipo multifacético y polivalente que le ayuden con su encomienda. A estas alturas y con conocimiento del ámbito en el cual se encuentra tendrá que ser muy asertivo en su proceso de toma de decisiones.

La primera prueba y acorde a los estatutos la tendrá en varios meses, cuando se convoque a elecciones. Con esmero y dedicación puede construir en este lapso consensos para consolidarse e ir en busca de una unidad. Por otro lado prepararse para competir con quienes quieran contender llegado el momento. De ambas formas sin duda importará mucho el cómo se desenvuelva en el corto plazo.

Esto también tomando en cuenta que el ambiente estará muy calientito y politizado por los comicios venideros del 2024. En otras palabras, los catorrazos, descalificaciones, grilla y de más seguramente estarán a la orden del día. El siempre afable y trabajador Dámaso Anaya tendrá que demostrar de qué está hecho y así consolidarse en esta nueva encomienda en su vida. 

Hablando de épocas álgidas

Pasan los días y se pone cada vez más tenso el ambiente, los diferentes contendientes esperan señales más claras de sus institutos políticos y mientras todos o al menos aquellos que se sienten con mayor oportunidad aprietan fuerte el paso. Analistas políticos que estaban muy seguros de ciertos gallos ya le piensan y otros que no esperaban en esta recta final sorprenden.

Una pregunta que mucho se hace en privado y no tanto en lo público, por parte de columnistas, analistas y de más, es; ¿qué tan trasparentes y justos serán los procesos de elección de candidatos por parte de los diversos partidos, habrá una real justicia o permearán más los intereses políticos y económicos?

Jorge Alonso Infante Alarcón  

Carrera Licenciado en Relaciones Internacionales.

Maestría en Administración Pública en la U.A.M. Francisco Hernández García (U.A.T.)