Nuevo Laredo, Tamaulipas. – Los ‘delincuentes’ buscan nuevas formas de poder realizar sus atracos, incluso sin necesidad de salir a la calle, siendo las herramientas digitales las que ahora están usando a su favor.

Y es que a través de WhatsApp y Messenger, personas sin escrúpulos realizan actividades delictivas desde una computadora hackeando cuentas de estas redes sociales.

Una de estas modalidades es solicitar dinero a través de transferencias bancarias, ya sea por aplicación o depósito en tiendas de conveniencia como Oxxo o 7 Eleven.

En estos casos, los hackers entran desde distancias muy remotas a las cuentas de Facebook o WhatsApp, y con mucha familiaridad solicitan préstamos de dinero, algo de lo cual la persona que es víctima del hackeo no se da cuenta hasta horas después, cuando ya es demasiado tarde.

Ante esto es recomendable que siempre, en caso de una solicitud de préstamo, se haga una llamada para que la persona pueda corroborar que quien solicita el dinero es efectivamente el usuario y no una persona ajena.

Otra de las formas es ofrecer el préstamo de manera presencial, lo cual desalienta en gran medida al solicitante, ya que no se trata de quien supuestamente está pidiendo el dinero.

De la misma manera se puede realizar una llamada a la persona o pedirle que envíe un mensaje de voz.

En caso de darse cuenta que puede tratarse de un fraude se puede reportar la cuenta, para evitar que otras personas caigan en este tipo de trampas.

Estas situaciones suelen suceder cuando las personas abren enlaces de páginas desconocidas o dudosas, así como de algunas aplicaciones que tampoco están certificadas.

Este tipo de virus o de hackeos se realiza por medio de mensajes, por lo que siempre es oportuno preguntar a la persona que lo manda de qué se trata, ya que suelen ser virus que permiten esta clase de intervenciones y el robo de datos.

En el caso de las personas jóvenes suelen tener mayor desconfianza y conocimiento de ese tipo de acciones, pero hay quienes abusan de las personas de mayor edad y apelan a la buena voluntad de las personas.