Ciudad de México.- La Secretaría Ejecutiva (SE) del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) insta a propiciar ambientes de paz y seguros para el desarrollo integral de las niñas y los niños, así como de las y los adolescentes en el país.

La directora de Políticas de Prevención y Atención de Violencias Gabriela Polo Herrera, subrayó que, si tienen lugar atropellos en el entorno comunitario y se limita salir a los espacios públicos, se agrede el derecho de esta población a una vida libre de violencias.

Al participar en la mesa de diálogo virtual ‘Una vida libre de toda forma de violencia: derecho de niñas y adolescentes’, mencionó que, aunque la niñez y las adolescencias tienen la misma igualdad jurídica que otros grupos etarios, por la etapa transitoria de desarrollo en la que se encuentran, requieren de una garantía reforzada de sus derechos.

Enfatizó que los derechos de niñas, niños y adolescentes se reconocen, no se otorgan, los tienen por ser personas cuyas necesidades básicas comunes deben satisfacerse, por ello son consideradas en los marcos normativos internacionales.

Abundó que es importante hablar de derechos humanos para visibilizar que en su centro está la dignidad de la persona, por lo que todo elemento fuera de este ámbito violenta estos mandatos.

La directora de Políticas de Prevención y Atención de Violencias expresó la importancia de no solo hablar de la violencia física que es la más visible, sino de las que la sostienen, legitiman y validan al justificarla como racional, lo cual resulta en la negación de los derechos de niñas, niños y adolescentes y el freno de la satisfacción de sus necesidades.

En este sentido, destacó que las violencias son el resultado de mecanismos de poder y desigualdad, por lo que niñas y niños la sufren en diferentes formas.

Por ello, la SE del Sipinna nacional refrenda que la violencia contra niñas, niños y adolescentes es prevenible y no justificable, por lo que reitera el llamado a:

Dejar de considerarles solo como víctimas para adoptar un paradigma basado en el respeto y la promoción de su dignidad humana como titulares de derechos.

El concepto de dignidad exige que esta población sea reconocida, respetada y protegida como titular de derechos y sus integrantes como seres humanos únicos y valiosos, con personalidad propia, necesidades específicas, intereses particulares y privacidad.

El Estado de derecho debe aplicarse plenamente a niñez y adolescencias en pie de igualdad con las personas adultas.

Ejercicio del derecho a que se les escuche y se atiendan sus opiniones.