Ciudad de México.- La agroindustria está llamada a jugar un papel cada vez más preponderante en la reducción de pérdidas poscosecha y en ofrecer a los alimentos mayor vida en anaquel, lo que suma a la seguridad alimentaria del país, afirmó el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula. 

Resaltó que las cadenas agroalimentarias pasan por eslabones que agregan valor durante su procesamiento y, en forma importante, generan una gran cantidad de mano de obra en la medida en que los productos son más elaborados.

Al participar en el IX Congreso Internacional de Ingeniería Agroindustrial 2023: “Ing. Francisco Javier Delgado Mendoza”, organizado por la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), sostuvo que la ciencia y el conocimiento son herramientas de los futuros ingenieros agrónomos que les permitirán enfrentar estos desafíos.

El titular de Agricultura señaló que la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que más del 30 por ciento de los alimentos se pierde después de las cosechas o por desperdicios en los procesos de transporte y empaque.

Por lo anterior, felicitó a los más de 300 participantes de diferentes estados y de naciones como Chile, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia y Costa Rica que, por medio de este encuentro, promueven el intercambio científico entre investigadores e instituciones dedicadas a la agroindustria.

Villalobos Arámbula resaltó que para el año 2030 el país alcanzará los 140 millones de habitantes que demandarán alimentos suficientes, sanos e inocuos, pero se deberán producir limitándose a las superficies y facilidades con las que hoy se cuentan.

En otras palabras, dijo, no se deberá atender la demanda de alimentos ampliando la frontera agrícola y ganadera a expensas de los bosques y las selvas ni con sobreexplotación de las pesquerías, lo cual se posibilitará con el apoyo del conocimiento técnico y el desarrollo agroindustrial.

Los avances tecnológicos, la investigación y la innovación disponibles hoy en día permiten ver con optimismo que seremos capaces de producir más alimentos, a la vez que hacemos un uso más responsable de los recursos naturales y, en forma más significativa, el uso adecuado del suelo y el agua, indicó.

Destacó que hoy en día México ocupa el décimo primer lugar mundial como productor de alimentos y el séptimo exportador a 191 países, con una balanza agroindustrial de cinco mil 908 millones de dólares en el presente año.

El rector de la Universidad Autónoma Chapingo, Ángel Garduño García, indicó que este IX Congreso Internacional de Ingeniería Agroindustrial 2023 “Ing. Francisco Javier Delgado Mendoza” –destacado ingeniero agrónomo de esta casa de estudios- se enmarca en la celebración de los 100 años de utilizar las instalaciones de la exhacienda de Chapingo.

Con el lema: “Agroindustria sostenible y desafíos en un mundo globalizado”,  expresó que la comunidad chapinguera está abierta a apoyar en la generación de políticas públicas que incentiven y fortalezcan el intercambio científico y agroindustrial, no sólo de la Red Universitaria Internacional de Ingeniería Agroindustrial, sino de todo Latinoamérica y el mundo.

Egresado del Departamento de Ingeniería Agroindustrial de la UACh, Francisco Javier Delgado Mendoza sostuvo que en el encuentro, que en esta edición lleva su nombre y que es calificado el más importante en su género, participan miembros de la comunidad Iberoamericana y representantes de la Ingeniería Agroindustrial de naciones como Chile, Uruguay, Bolivia, Ecuador, Perú, Colombia y Costa Rica e integrantes de diversas universidades.

Afirmó que el futuro agroindustrial es seguir impulsando desde la universidad –instituciones vitales— el uso del conocimiento para la creación sustentada en bases científicas y artísticas y la educación a las nuevas generaciones en ingeniería agroindustrial, con instrumentos innovadores para que el país cuente con titulados mejor preparados.

“Que las nuevas generaciones apliquen la investigación y el conocimiento para inducir, con base práctica y científica, el desarrollo económico y social, y que las experiencias de éxito en el sector se difundan para crear y recrear un papel crítico que les sea útil y les permita alcanzar la excelencia”, apuntó.

Los retos actuales requieren adaptación y dar solución a temas que representan retos. Vivimos periodos de cambios que nos demandan ser efectivos y eficientes y sacar ventaja de ellos, como ocurre con el cambio climático, la introducción de energías limpias y el uso de la agroindustria para apoyar la agricultura regenerativa con insumos biológicos, con el objetivo de obtener alimentos sanos que demanda la población, expresó en su intervención ante la comunidad de su alma mater.

DELGADO MENDOZA, EGRESADO DESTACADO DE LA UACH

Francisco Javier Delgado Mendoza es egresado de la Universidad Autónoma Chapingo, donde estudió la ingeniera Agroindustrial, y a lo largo de 55 años de profesión se ha apegado a los propósitos de esa casa de estudios para darle valor agregado a los productos agrícolas, pecuarios, forestales y de pesca en el mercado y, con ello, mejorar el bienestar social y económico de los productores.

A principios de 1969 se incorporó a una empresa enlatadora del Bajío, donde ocupó cargos gerenciales, y en 1972 ingresó al Departamento de Enseñanza e Investigación de Ingeniería Agroindustrial para impulsar diversos proyectos, impartir cursos de Tecnología de Alimentos y Control de Calidad y realizar investigación para el aprovechamiento de coco para apoyar a los productores de la costa de Guerrero,

En 1974 se incorporó a las filas de Fideicomisos Instituidos en Relación con la Agricultura (FIRA) para continuar con el desarrollo de proyectos Agroindustrales y más tarde -junto con la Universidad de Wageningen de los Países Bajos- impulsó una Red (Clusteres) de centros de producción primaria y hoy es un Centro de Desarrollo Agroindustrial (AGROPARQUES).

Además, en 2018 participó en la construcción del Consejo Mexicano de Agrobiotecnología (Comabio). Hoy en día, Delgado Mendoza busca impulsar -desde la universidad- el conocimiento científico-tecnológico para educar a las nuevas generaciones en ingeniería agroindustrial y dar valor agregado a los productos que lleguen al mercado y permitirán enfrentar los desafíos.